La falta de claridad en la comunicación como origen de problemas
La subjetividad de la comunicación y sus consecuencias
La comunicación, a menudo percibida como un simple intercambio de palabras, es en realidad un proceso altamente subjetivo.
Los conflictos nacen de interpretaciones subjetivas de las palabras, como el malentendido de plazos o intenciones.
Las personas interpretan la información basándose en su propia realidad, sus experiencias y sus expectativas.
Por ejemplo, la frase "lo antes posible" puede ser interpretada por un gerente como "deja todo lo que estás haciendo y haz esto ahora," mientras que para un empleado puede significar "cuando termine mi tarea actual".
Esta diferencia de percepción no es malintencionada, pero genera retrasos, malentendidos y frustración, convirtiéndose en una fuente constante de problemas que podrían haberse evitado con una comunicación más clara.
Además, los conflictos pueden surgir cuando no se alinean los canales de comunicación preferidos.
Una persona puede valorar la comunicación verbal explícita ("no te oigo decir que me quieres"), mientras que su pareja prefiere demostrar su afecto a través de acciones o regalos ("te compro regalos").
En este caso, la necesidad de una persona no está siendo satisfecha porque la comunicación de su pareja no está en el canal que ella valora, lo que genera un conflicto emocional.
Para evitar estos problemas, es crucial ser consciente de que el significado de un mensaje no reside solo en las palabras, sino en la interpretación que el receptor le da.
Estrategias para una comunicación efectiva en la resolución de conflictos
La solución para este tipo de conflictos no es más palabras, sino más curiosidad y claridad.
Es fundamental tener la curiosidad de entender por qué la otra persona actúa de cierta manera, haciendo preguntas abiertas en lugar de suposiciones.
Esto te permite comunicarte en el canal de la otra persona, ya sea auditivo (a través de sonidos), visual (a través de imágenes) o kinestésico (a través de sentimientos), y construir una conexión más profunda.
Al hacer esto, la persona se sentirá escuchada y comprendida, y será más probable que se abra contigo.
Se trata de ser el cambio que quieres ver en el mundo: si quieres que te entiendan, primero tienes que entender a los demás.
Las personas con las que te relacionas te darán toda la información que necesitas para entenderlas, solo tienes que escuchar con atención y sin juzgar.
Cuando te encuentres en un conflicto, es fundamental aclarar cualquier malentendido para que puedas lidiar con lo que realmente es y no con lo que crees que parece ser.
Separar el comportamiento de la interpretación es el primer paso para abordar los conflictos, ya que nos ayuda a eliminar los malos entendidos y a promover la comunicación.
Al aclarar las intenciones, se crea una oportunidad para la comunicación y, si al hacerlo, la otra persona revela una intención que no esperabas, tómate tu tiempo para procesarlo.
Resumen
La comunicación es un proceso altamente subjetivo. Los conflictos nacen de interpretaciones personales de las palabras, ya que cada individuo filtra la información a través de su propia realidad, experiencias y también de sus propias expectativas.
Frases ambiguas como "lo antes posible" pueden ser interpretadas de maneras muy diferentes, generando malentendidos y frustración. El problema no es la mala intención, sino la falta de una comunicación clara y precisa entre las partes.
Para evitar estos problemas, la solución no es hablar más, sino tener más curiosidad y buscar la claridad. Es fundamental hacer preguntas abiertas en lugar de suposiciones para entender la perspectiva del otro y construir una conexión real.
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