Terapia Cognitivo-Conductual (Evaluación)
Modelo ABC y Empirismo Colaborativo
La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) se basa en una formulación dinámica donde los problemas del paciente se plantean en términos cognitivos.
El núcleo de la evaluación es el Modelo ABC, donde "A" representa el acontecimiento o situación (estímulo), "B" es el sistema de creencias o pensamientos sobre dicho evento, y "C" son las consecuencias emocionales y conductuales.
Por ejemplo, ante un despido (A), el pensamiento "soy un fracaso" (B) genera depresión y aislamiento (C).
El terapeuta trabaja desde el empirismo colaborativo, invitando al paciente a participar activamente en la validación de sus pensamientos como si fueran hipótesis, orientándose a objetivos claros y educando al paciente sobre su propio funcionamiento psicológico.
Estructura de Sesión y Análisis Funcional
Las sesiones de TCC son estructuradas y tienen límite de tiempo. Se busca identificar qué piensa, siente y hace el paciente.
El Análisis Funcional de la Conducta es vital para entender el problema, considerando variables del paciente (biológicas, cognitivas) y del ambiente.
Se utiliza la fórmula E-O-R-C (Estímulo-Organismo-Respuesta-Consecuencia) para desglosar cómo los antecedentes ambientales y personales disparan una respuesta que es mantenida por sus consecuencias.
La evaluación incluye el uso de bitácoras o autorregistros para monitorear estos patrones fuera de la consulta.
Resumen
La TCC utiliza el Modelo ABC para conectar acontecimientos, creencias y consecuencias emocionales. El ter
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