Técnicas Integrativas (Silla Vacía)
Configuración y Propósito de la Silla Vacía
La técnica de la silla vacía es la herramienta de integración por excelencia en la Gestalt, utilizada para trabajar proyecciones, asuntos inconclusos o duelos.
Se recomienda el uso de elementos seguros como cojines, puffs o muebles acolchados en lugar de sillas rígidas, para proteger la integridad física del paciente ante posibles descargas agresivas.
La configuración espacial es vital: el terapeuta no debe ubicarse detrás del paciente ni de la silla vacía, sino formar un triángulo equilátero que le permita observar ambas posiciones.
La premisa es que el paciente coloque el elemento (cojín/silla) frente a él a la distancia que considere adecuada, representando a la persona, situación o parte de sí mismo con la que necesita dialogar.
Diálogo y Trabajo con Polaridades
El procedimiento implica un diálogo activo. Primero, el paciente describe detalladamente a quien imagina en la silla vacía, tanto física como personalmente, para conectar con la proyección. Luego, se le invita a expresar lo que siente o necesita decir.
Crucialmente, se pide al paciente que cambie de lugar (inversión de roles), sentándose en la silla vacía para responder como si fuera la otra persona o la otra parte de su personalidad (polaridad).
Si el paciente se bloquea ("no sé qué diría mi padre"), se le instruye a "inventar" la respuesta, lo que suele desbloquear material inconsciente proyectado. Este intercambio permite integrar las partes alienadas (ej. la parte débil y la fuerte, el agresor y la víctima) y cerrar la Gestalt abierta.
Resumen
La técnica de la silla vacía es fundamental para trabajar proyecciones y asuntos inconclusos. Se utilizan elementos seg
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