Mecanismos de Resistencia
Introyección, Proyección y Retroflexión
Las resistencias son interrupciones en el ciclo de la experiencia. La Introyección ocurre cuando el individuo "traga" mandatos, creencias o normas del entorno sin asimilarlos ni cuestionarlos ("los hombres no lloran", "debo ser perfecto"), actuando como si fueran propios.
La Proyección es lo opuesto: el sujeto rechaza aspectos propios (generalmente negativos) y los atribuye al entorno o a otras personas ("tú me odias" en lugar de "yo te odio").
La Retroflexión implica hacerse a uno mismo lo que se quisiera hacer a otros o al entorno; por ejemplo, morderse los labios o somatizar (gastritis, tensión) en lugar de expresar rabia hacia afuera.
Confluencia, Deflexión y Otros Mecanismos
La Confluencia es la pérdida de límites entre el Yo y el entorno; la persona no distingue dónde termina ella y dónde empiezan los demas, buscando aceptación total y temiendo al conflicto o la diferencia.
La Deflexión consiste en "enfriar" el contacto directo, desviando la energía a través de verborrea, risas nerviosas, evitar la mirada o hablar de temas irrelevantes para no enfrentar la situación real.
La Proflexión es hacerle al otro lo que uno desearía que le hicieran a uno mismo (ej. halagar para ser halagado).
Finalmente, el Egotismo es un exceso de observación sobre uno mismo, bloqueando la espontaneidad por el control racional.
Resumen
Las resistencias interrumpen el ciclo de experiencia. La Introyección asimila mandatos externos sin cuestionar, la Proyección atribuye l
mecanismos de resistencia