Fases de la Entrevista
Fase Inicial y Establecimiento del Rapport
Toda entrevista debe tener un inicio formal. La etapa primordial es el establecimiento del Rapport, cuyo objetivo es crear una atmósfera de confianza, calidez y seguridad donde el paciente se sienta cómodo y libre de juicios.
Los primeros momentos son decisivos; una actitud demasiado rígida o robotizada puede dañar el vínculo.
Se recomienda romper el hielo con preguntas sencillas sobre el trayecto al consultorio o la facilidad para encontrar la ubicación, ayudando a regular la ansiedad inicial del paciente, quien a menudo llega con temores sobre si será comprendido o juzgado.
Fase de Desarrollo o Cima
Tras establecer la confianza, se pasa a la fase de desarrollo, también conocida como Cima.
En esta etapa se recopila la información gruesa, se indaga en la problemática, se profundiza en los antecedentes y se maneja la dinámica clínica.
Es el momento donde el terapeuta utiliza sus habilidades para confrontar, esclarecer, interpretar o aplicar técnicas específicas según el modelo terapéutico, gestionando la información que emerge para construir el historial clínico o la impresión diagnóstica.
Fase de Cierre y Feedback
El cierre no debe ser abrupto; debe ser formal y estructurado. Es crucial realizar un feedback para verificar el estado del paciente antes de que se retire.
Se sugiere finalizar con preguntas clave: "¿De qué te diste cuenta hoy?", "¿Qué te llevas de la sesión?" y "¿Cómo te vas emocionalmente?".
Es vital clarificar términos subjetivos; si un paciente dice que se va "bien", el terapeuta debe indagar qué significa "bien" para esa persona en ese momento (¿aliviado, movilizado, reflexivo?).
Finalmente, se debe acordar explícitamente la fecha y hora del próximo encuentro para evitar malentendidos sobre la continuidad del tratamiento.
Resumen
La fase inicial tiene como objetivo primordial establecer el Rapport, creando una atmósfera de confianza y calidez donde el paciente se sienta seguro para expresarse libremente sin sentirse juzgado.
Durante la fase de desarrollo o Cima, se recopila la información clínica detallada y se indaga en la problemática, permitiendo al terapeuta aplicar técnicas específicas para gestionar la dinámica.
El cierre debe ser formal y estructurado, verificando el estado emocional del paciente mediante feedback y acordando explícitamente la próxima cita para evitar malentendidos sobre la continuidad del tratamiento.
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