Estilo y Ética en la Redacción

Terminología y Adecuación al Lector

El lenguaje debe adaptarse al destinatario. Si el informe es para otro colega, el uso de tecnicismos es adecuado; sin embargo, si es para una escuela o padres, se debe "bajar" el nivel técnico para hacerlo comprensible sin perder rigurosidad.

Se deben utilizar términos de cautela como "impresiona", "se sugiere", "parece" o "es probable", y evitar afirmaciones absolutas o términos como "etcétera", que generan ambigüedad y confusión (la subjetividad del lector podría llenar ese "etcétera" con información errónea).

Enfoque en la Presencia de Rasgos

Éticamente, el informe debe redactarse en función de la presencia de rasgos o síntomas, evitando hablar de "ausencias". No es válido listar lo que el paciente no tiene; se debe describir lo que sí presenta.

Además, se debe evitar incluir información inapropiada o incoherente; por ejemplo, no se puede concluir que hay ansiedad en el diagnóstico si en el cuerpo del informe nunca se describieron indicadores de ansiedad.

La redacción debe ser fiel a lo evaluado y observado, utilizando la frase "para el momento de la evaluación" como resguardo ético y técnico, dado que la psique es dinámica y cambiante.

Resumen

El lenguaje debe adaptarse al lector, utilizando tecnicismos si es para colegas o términos sencillos si es para padres, pero siempre empleando palabras de cautela como "sugiere" o "impresiona".

Se deben evitar afirmaciones absolutas y el uso de "etcétera", pues genera ambigüedad. Éticamente, se describen los rasgos presentes y no las ausencias, reportando solo lo observado realmente.

La redacción debe incluir la frase "para el momento de la evaluación" como resguardo ético, reconociendo la naturaleza dinámica de la psique y evitando diagnósticos estáticos que no reflejen cambios futuros.