Los cuatro componentes de la emoción
Componente cognitivo: la experiencia subjetiva y la valoración
El componente cognitivo es el aspecto mental de la emoción.
Se refiere a nuestra experiencia subjetiva, es decir, a cómo nos sentimos y qué pensamos sobre la situación que ha desencadenado la emoción.
Involucra la interpretación y valoración que hacemos del evento, lo que le da un significado personal.
Es el 'darse cuenta' y el etiquetado mental que le ponemos a nuestro estado interno, como pensar 'esto es una amenaza' o 'esto es maravilloso'.
Componente fisiológico: cambios y reacciones corporales
Toda emoción tiene una manifestación física tangible.
El componente fisiológico se refiere a los cambios que ocurren en nuestro cuerpo cuando experimentamos una emoción.
Esto incluye una cascada de reacciones del sistema nervioso autónomo: alteraciones en el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, la tensión muscular, la sudoración, la dilatación de las pupilas, etc.
Estas respuestas preparan al cuerpo para la acción (luchar, huir, etc.).
Componente expresivo: comunicación no verbal (rostro y cuerpo)
El componente expresivo está relacionado con la comunicación de nuestro estado emocional al mundo exterior.
Se manifiesta principalmente a través del lenguaje no verbal. Las expresiones faciales son el canal más evidente y, en muchos casos, universal.
Pero también incluye la postura corporal, los gestos de las manos, el tono de voz y otros movimientos que comunican nuestro estado interno a los demás, a menudo de forma inconsciente.
Componente conductual: la acción resultante y su función adaptativa
Finalmente, el componente conductual se refiere a la acción o el comportamiento que resulta de la emoción. Es la respuesta observable.
Por ejemplo, la conducta de huir cuando sentimos miedo, de atacar cuando sentimos ira, o de buscar consuelo y apoyo social cuando sentimos tristeza.
Por lo general, estas conductas tienen una función adaptativa que, desde una perspectiva evolutiva, nos ha ayudado a sobrevivir y a relacionarnos mejor con nuestro entorno.
Resumen
Las emociones tienen un componente cognitivo que implica cómo interpretamos y valoramos mentalmente una situación. Esta experiencia subjetiva da significado a lo que sentimos, como miedo, alegría o sorpresa.
El componente fisiológico se refiere a los cambios corporales que ocurren durante una emoción, como el aumento del ritmo cardíaco o la tensión muscular, preparando al cuerpo para reaccionar ante amenazas o estímulos.
Las emociones también incluyen componentes expresivos y conductuales. Las expresiones faciales, gestos y posturas comunican emociones, mientras que las acciones como huir o buscar apoyo cumplen funciones adaptativas y sociales.
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