El juicio interno y su relación con el sufrimiento
Una de las fuentes más importantes de nuestro sufrimiento no es la emoción original en sí, sino el juicio que hacemos sobre ella.
Cuando sentimos una emoción desagradable como la ira o la ansiedad, a menudo añadimos una segunda capa de emoción: la culpa o la vergüenza por sentirnos así. 'No debería sentirme enfadado', 'soy un débil por tener miedo'.
Este juicio interno es lo que realmente nos hace sufrir. La emoción primaria (el miedo, la ira) es una simple respuesta psicofisiológica. Es energía e información.
El sufrimiento aparece cuando la etiquetamos como 'mala' o 'incorrecta'.
Empezamos una lucha interna contra nosotros mismos, intentando reprimir o eliminar ese sentimiento. Esta lucha es agotadora y, como veremos, contraproducente.
La filosofía del Mindfulness ofrece una perspectiva muy valiosa sobre esto. Nos enseña a practicar la aceptación sin juicio.
Se trata de observar nuestras emociones tal y como son, con una actitud de curiosidad y amabilidad, sin necesidad de evaluarlas o cambiarlas.
Al hacer esto, eliminamos esa segunda capa de sufrimiento. El miedo sigue siendo desagradable, pero ya no nos sentimos mal por tener miedo.
Simplemente es algo que estamos experimentando en este momento. La clave es, por tanto, cambiar el foco de la acción.
En lugar de gastar energía en juzgar y luchar contra la emoción, debemos dirigir nuestra energía a actuar de forma constructiva a pesar de la emoción.
Puedo sentir miedo y, al mismo tiempo, dar un paso adelante. Puedo sentir tristeza y, aun así, llamar a un amigo para pedir apoyo.
La emoción no es el problema; el problema es lo que hacemos con ella. Y el primer paso para una acción constructiva es dejar de pelearnos con nuestro mundo interior.
Resumen
Gran parte del sufrimiento emocional no proviene de la emoción en sí, sino del juicio que hacemos sobre ella. Sentir culpa o vergüenza por emociones normales intensifica el malestar.
Las emociones primarias como el miedo o la ira son respuestas naturales. Al etiquetarlas como malas, generamos una lucha interna que agota y bloquea nuestra capacidad de gestión emocional.
El mindfulness propone observar nuestras emociones sin juicio, aceptándolas con amabilidad. Esto nos libera del sufrimiento adicional y nos permite actuar de forma constructiva, incluso en medio del malestar.
el juicio interno y su relacion con el sufrimiento