Teoría del desarrollo psicosocial de erik erikson
Una Visión del Desarrollo a través de Crisis Vitales
El psicoanalista Erik Erikson desarrolló una de las teorías más completas sobre el desarrollo social, proponiendo que este ocurre a través de ocho etapas.
Cada una de estas etapas está dominada por una crisis psicológica particular, que es precipitada por la interacción del individuo con su entorno social.
Erikson representa cada etapa como un par de opuestos, que son los aspectos más positivos y negativos de la crisis que se vive en ese periodo.
El paso a través de cada una de las etapas de la vida requiere la resolución suficiente de estos conflictos para poder enfrentar las demandas de la siguiente fase.
Confianza vs. Desconfianza (0-18 meses)
La primera etapa del desarrollo se centra en la crisis de la confianza básica frente a la desconfianza, que es fundamental para el resto de la vida.
El infante desarrolla su sentido de confianza a través de la interacción y la sensación física con sus cuidadores, especialmente con la madre.
Sin embargo, la desconfianza aparece cada vez que ocurre una separación de la madre, haciendo que el bebé se sienta vulnerable y frustrado por la pérdida del contacto.
Cuando la madre responde al llanto del bebé, este aprende que sus necesidades serán atendidas, lo que refuerza el vínculo y la sensación de seguridad en el mundo.
Autonomía vs. Vergüenza y Duda (18 meses - 3 años)
En la segunda etapa, el niño se enfrenta a la crisis de la autonomía frente a la vergüenza y la duda, impulsado por un nuevo desarrollo muscular.
La autonomía nace de la necesidad y la curiosidad del niño por conocer el mundo, por moverse, tocar y hacer las cosas por sí mismo.
La vergüenza y la duda, por otro lado, surgen del miedo a ser regañado o limitado por los adultos cuando intenta ejercer su recién descubierta voluntad.
Esta es una etapa caracterizada por la terquedad, donde el niño busca afirmar su independencia oponiéndose a las reglas para poder explorar el mundo a su manera.
Iniciativa vs. Culpa (3-6 años)
La tercera etapa del desarrollo se define por la crisis de la iniciativa frente a la culpa, un periodo de gran imaginación y deseo de crear.
El niño siente la iniciativa de querer hacer, conocer, ingeniar y elaborar sus propios planes y juegos, mostrando una creciente independencia en sus acciones.
Sin embargo, esta misma independencia le genera un sentimiento de culpa, ya que se da cuenta de que está haciendo muchas cosas sin la compañía de sus padres.
En esta fase, el niño busca constantemente la presencia de sus padres no solo para compartir, sino para aliviar la culpa que siente por su creciente autonomía.
Laboriosidad vs. Inferioridad (6-12 años)
Durante la etapa de la laboriosidad, también conocida como industria, frente a la inferioridad, el niño tiene la capacidad y el deseo de querer hacer muchas cosas.
En esta fase, que coincide con la edad escolar, el éxito o el fracaso académico se convierten en un elemento central para el desarrollo de su autoconcepto.
El niño se siente grande y capaz de realizar tareas complejas, pero al mismo tiempo puede experimentar un profundo sentimiento de inferioridad frente a los demás.
Se siente pequeño o inferior cuando el mundo no le permite hacer las cosas que él cree que puede hacer, o cuando se compara con los demás.
Identidad vs. Confusión de Roles (12-18 años)
Finalmente, en la adolescencia, los jóvenes se enfrentan a la crucial crisis de la identidad frente a la confusión de roles, dirigiendo su energía hacia sus pares.
El adolescente experimenta una "pérdida del yo" para poder convertirse en parte de un "nosotros", modelando su conducta a partir de lo que ve en su entorno.
Durante esta etapa, presta mucha atención a cómo lo ven los demás y experimenta con diferentes roles y creencias para poder refinar su propio sentido del yo.
El objetivo de esta fase tan compleja es poder consolidar poco a poco una identidad propia, buscando al mismo tiempo la intimidad y la autonomía.
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