La interacción constante. naturaleza y crianza unidas
El Fin de un Debate Tradicional
La antigua idea de que los genes están grabados en piedra o de que por sí solos pueden determinar completamente el desarrollo ha sido finalmente desmentida.
Hoy en día, la controversia entre naturaleza y crianza ya no se considera un debate válido en el que una de las dos fuerzas deba ser la dominante.
Los expertos contemporáneos en psicología reconocen que tanto la naturaleza como la crianza desempeñan un papel fundamental en el desarrollo psicológico de cada individuo.
Se ha llegado a la conclusión de que la respuesta casi siempre es que ambos factores interactúan de formas que son increíblemente complejas y profundas.
La Epigenética como Puente entre Genes y Ambiente
Una nueva y fascinante área de la investigación científica, conocida como epigenética, ha demostrado cómo las influencias ambientales pueden afectar la expresión de los genes.
La epigenética es el mecanismo que enciende o apaga los genes y que, por lo tanto, determina las funciones que tendrán las diferentes células de nuestro cuerpo.
Este mecanismo no cambia la secuencia del ADN en sí, sino que implica la adhesión de compuestos químicos que modifican la forma en que se utilizan las instrucciones genéticas.
Estas modificaciones, que se acumulan a lo largo del tiempo, son las que explican por qué incluso los gemelos genéticamente idénticos pueden llegar a exhibir diferentes comportamientos.
Las Experiencias Vitales y su Impacto Biológico
Las diversas experiencias que los niños tienen a lo largo de su vida, especialmente durante el desarrollo temprano, reorganizan constantemente estas marcas químicas en sus genes.
El ambiente en el que una persona se desarrolla, tanto antes como después del nacimiento, proporciona experiencias muy poderosas que modifican químicamente ciertos genes heredados.
Experiencias adversas como la malnutrición o el estrés tóxico no se olvidan, sino que se incorporan a la arquitectura misma del cerebro en desarrollo.
Estas memorias biológicas, asociadas a los cambios epigenéticos, pueden llegar a afectar a múltiples sistemas de órganos y aumentar el riesgo de futuros problemas de salud.
La Compleja Danza entre lo Heredado y lo Vivido
Aunque los factores genéticos ejercen influencias que son muy potentes, los factores ambientales tienen la increíble capacidad de alterar los genes que fueron heredados.
De esta forma, la vieja dicotomía entre naturaleza y crianza se disuelve, dando paso a una visión de una interacción constante y bidireccional entre ambas fuerzas.
Ya no podemos pensar en una separación clara, sino en una danza compleja en la que nuestros genes influyen en cómo respondemos al ambiente, y este a su vez influye en nuestros genes.
Esta nueva comprensión nos ofrece una visión mucho más completa y esperanzadora, ya que reconoce el poder que tienen las experiencias positivas para moldear un desarrollo saludable.
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