Consecuencias de la no intervención

Una de las consecuencias más graves de no tratar la depresión perinatal es el riesgo de suicidio. Aunque la ideación suicida puede presentarse hasta en un 1.4 % de las mujeres embarazadas, solo una de cada cinco lo manifiesta abiertamente debido al estigma y al temor a ser juzgadas como «malas madres» o incluso perder la custodia de sus hijos. Esta invisibilización del sufrimiento emocional impide el acceso a tratamientos oportunos y aumenta el riesgo de desenlaces fatales.

Impacto en la salud mental y física del lactante

Cuando la depresión perinatal no se atiende, las alteraciones emocionales de la madre afectan directamente al lactante. La incapacidad de interpretar correctamente las señales del bebé —por ejemplo, no entender si llora por hambre o incomodidad— genera un vínculo inseguro.

Esto lleva a que el bebé se vuelva más irritable, llorón y difícil de consolar, lo que refuerza la ansiedad y frustración materna en un círculo vicioso.

Desde lo físico, estudios indican que hijos de madres deprimidas tienen mayor probabilidad de nacer con bajo peso, presentar retrasos en el crecimiento fetal, y requerir ingresos en unidades de cuidado intensivo neonatal. También se ha relacionado la depresión materna con una mayor secreción de cortisol en el bebé, lo que puede afectar su sistema inmunológico y neurológico.

Además, la lactancia, que debería ser un factor protector tanto para la madre como para el hijo, se ve afectada. El no poder lactar, o hacerlo en condiciones de ansiedad, puede no solo interrumpir este proceso, sino aumentar los sentimientos de culpa y fracaso en la madre. La no intervención agudiza estos efectos.

Trastornos del desarrollo infantil y riesgo de transmisión intergeneracional de la enfermedad mental

Las consecuencias de una depresión no tratada no se limitan a la etapa neonatal. A medida que los niños crecen, pueden presentar alteraciones en el desarrollo cognitivo, emocional y conductual.

Estudios como el ALSPAC (Inglaterra) muestran que estos niños tienen mayor probabilidad de desarrollar trastornos por