Historia del vegetarianismo
El vegetarianismo es una tendencia hacia un estilo de alimentación basado en la negativa hacia el consumo de carnes. Las dietas vegetarianas se centran en el consumo de los vegetales como la principal fuente de obtención de los nutrientes que necesitamos para mantenernos saludables. Además de ello, pueden combinar el consumo de vegetales con algunos alimentos derivados de los animales como puede ser el huevo, la leche o la miel.
Seguramente hoy en día queden muy pocas personas que no conozcan este estilo de alimentación. Los vegetarianos se han sabido ganar su espacio en el mundo de la nutrición, contando en el presente con millones de seguidores que deciden acercarse a los alimentos vegetarianos, ya sea por cuestiones de salud, pérdida de peso, amor a los animales entre otros.
A continuación, hablaremos un poco de la historia que se encuentra detrás del vegetarianismo y cómo ha llegado a nuestros días de la forma en que se nos presenta.
El vegetarianismo en la historia: El vegetarianismo tiene un largo recorrido en la historia de la humanidad. Sus inicios están relacionados a cuestiones éticas y morales, no necesariamente a la búsqueda de alimentos saludables o la pérdida de peso. Lo cierto es que solemos pensar que la protección de los animales y el respeto hacia la vida de estos responde a una tendencia contemporánea impulsada por los movimientos sociales actuales, no obstante no hay nada más lejano de la realidad.
Desde la antigüedad ya contamos con obras como “Sobre la abstinencia” del célebre filósofo Pitágoras y “Sobre el consumo de carnes” de Plutarco. En estas obras se realiza toda una defensa de los animales desde el punto de vista del respeto hacia la dignidad y la vida de estos. Se les reconoce cierta capacidad racional que les permite sentir, padecer y querer como nosotros, considerándose injusto y cruel que el ser humano decida sobre la vida de estos cuando puede optar por otras alternativas de alimentos.
Durante la Edad Media y el Renacimiento, diversas figuras ilustres se destacaron por volver a traer el tema de los animales a las discusiones intelectuales de la época. Siendo así, que se destacan las posturas de los defensores de los animales, que consideraban al ser humano un ser hipócrita, que por un lado se declara amante de los animales pero que no duda dos veces antes de comerlos, como si le asistiera el derecho de decidir sobre la vida de otro ser solamente por poseer mejores capacidades que este.
El nacimiento de diversos movimientos revolucionarios en todo el mundo, a mediados del siglo XIX, declarados defensores de los animales, elevó aún más el reconocimiento de estos sectores. Tal es el caso de las Sociedades Vegetarianas de Reino Unido, quienes abogaron fuertemente por reconocer la inmoralidad y bajeza espiritual atribuida a comer carnes sabiendo que los animales sufren y que alimentarnos de ellos no es una necesidad, sino una elección que radica en el disfrute del sabor de la carne, aun conociendo todo lo que esa carne representa.
Hoy en día, los movimientos vegetarianos han tomado gran relevancia en todo el mundo, millones de personas han asumido un estilo de alimentación vegetariano. Muchos de ellos están motivados en el amor y respeto hacia los animales, mientras que otros buscan disfrutar de una alimentación más sana. En todo caso, el movimiento vegetariano se encuentra en un buen momento, donde cada vez más personas abogan por reconocer en los animales el derecho que estos tienen a vivir, sin que nosotros como especie superior tengamos la potestad de decidir sobre sus vidas.
En todo caso es un tema complejo. El debate de si necesitamos o no comer carnes cuenta con muchos afiliados en ambas posiciones, mientras que algunos abogan por reconocer derechos en los animales otros poseen un punto de vista más utilitarista al respecto.
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