El peligro de evitar los argumentos negativos

La Incomodidad de lo Negativo

Como seres humanos, tenemos una tendencia natural a evitar la incomodidad.

Esto se aplica también a nuestros procesos de pensamiento.

A menudo, evitamos considerar argumentos o ideas "negativas" (aquellas que desafían nuestras creencias, que son complejas o que nos confrontan con verdades incómodas) simplemente porque no nos hacen sentir bien.

Una Visión Parcial de la Realidad

El peligro de esta evitación es que nos quedamos con una visión sesgada y parcial de la realidad.

Si solo estamos dispuestos a considerar la mitad del panorama (la mitad positiva y cómoda), nuestras decisiones y nuestra comprensión del mundo serán fundamentalmente deficientes.

Para tomar decisiones sabias, necesitamos considerar todos los ángulos, tanto los que nos gustan como los que no.

La Vulnerabilidad a la Manipulación

Esta aversión a la negatividad nos hace vulnerables a la manipulación.

Las personas que utilizan tácticas de intimidación o presión (los "matones" emocionales) se aprovechan de esto.

Saben que si crean una situación lo suficientemente incómoda o confrontacional, la persona que evita el conflicto cederá simplemente para aliviar la presión.

Esta dinámica puede ocurrir a nivel interpersonal, pero también a gran escala en la sociedad.

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