Desmontando Mitos Comunes
La Familia, la Maternidad y la Democracia en el Hogar
Uno de los mitos más extendidos es que el feminismo busca la destrucción de la familia o que se opone al matrimonio. Esta es una interpretación errónea.
El movimiento no está en contra de la familia como institución, sino en contra de los modelos familiares injustos, violentos o dictatoriales.
Las estadísticas globales sobre violencia doméstica y discriminación intrafamiliar (como la nutrición deficiente priorizada para los varones en ciertas culturas) revelan que el hogar puede ser un lugar peligroso para muchas mujeres.
Al exponer estos conflictos, el objetivo no es destruir el hogar, sino "sanearlo", transformando las dinámicas de poder para que la familia sea un espacio de democracia y respeto mutuo, no de subordinación.
De manera similar, respecto a la maternidad, la postura no es de rechazo, sino de elección.
Se defiende que la maternidad no debe ser un destino obligatorio, sino una opción libre y consciente.
Además, se promueve la idea de que la crianza y el cuidado ("maternaje") son habilidades humanas, no biológicas, que pueden y deben ser ejercidas también por los hombres.
Cuando la crianza se comparte equitativamente, deja de ser una carga exclusiva para convertirse en una experiencia enriquecedora para ambos padres.
Relación con los Hombres y la Falacia del Matriarcado
Existe la falsa creencia de que las feministas odian a los hombres. Es fundamental aclarar que el enemigo del feminismo no es el género masculino, sino el sistema patriarcal y la ideología que lo sustenta.
El sistema es el que dicta roles opresivos, y los individuos (hombres o mujeres) pueden perpetuarlo o combatirlo.
De hecho, se reconoce que los hombres también son víctimas de este sistema que los encasilla en roles de agresividad y desconexión emocional. Por tanto, la lucha es contra la dominación, no contra las personas.
Finalmente, surge el temor de que el feminismo pretenda instaurar un "matriarcado", donde las mujeres dominen a los hombres. Esto contradice la esencia misma del movimiento.
El objetivo no es reemplazar una jerarquía por otra inversa, ni cambiar a un dictador masculino por una dictadora femenina. El feminismo aboga por la eliminación de todas las jerarquías de dominación.
Se busca una sociedad horizontal basada en la justicia y la igualdad, donde nadie tenga poder arbitrario sobre otro ser humano.
Imaginar un mundo donde los hombres fueran oprimidos es tan inaceptable para el feminismo como la realidad actual de opresión femenina.
Resumen
El feminismo no busca destruir la familia, sino democratizarla eliminando dinámicas violentas o autoritarias. Defiende que la maternidad no debe ser un destino obligatorio, sino una elección libre y consciente.
El movimiento no odia a los hombres, sino que combate el sistema patriarcal que oprime a ambos géneros con roles rígidos. El enemigo es la dominación sistémica, no las personas individuales.
Es falso que se busque instaurar un matriarcado o superioridad femenina sobre los hombres. El objetivo real es eliminar todas las jerarquías de dominación para crear una sociedad horizontal y justa.
desmontando mitos comunes