Corresponsabilidad Doméstica y Carga Mental
La Incongruencia del Aliado Público
Para construir un liderazgo inclusivo creíble, es indispensable comenzar por la esfera privada.
Existe una desconexión frecuente en el mundo corporativo: profesionales que abogan públicamente por la igualdad de género en sus empresas, pero que mantienen dinámicas tradicionales y desiguales dentro de sus propios hogares.
Esta falta de coherencia socava la autenticidad del liderazgo, ya que es imposible comprender verdaderamente las barreras que enfrentan las mujeres en el trabajo si se ignoran o perpetúan en la vida familiar.
Las estadísticas demuestran que el modelo de "hombre proveedor y mujer ama de casa" es hoy una minoría, representando menos del 30% de los hogares.
Sin embargo, incluso en familias donde ambos trabajan o donde la mujer es la principal fuente de ingresos (siendo el 41% de las mujeres proveedoras únicas a nivel global), ellas continúan asumiendo la inmensa mayoría de las responsabilidades domésticas.
Esta "doble jornada" limita las oportunidades de crecimiento profesional para las mujeres de una manera que raramente afecta a los hombres, simplemente porque en el hogar no estamos cumpliendo con nuestra parte justa.
Un líder moderno debe entender que la equidad empieza cuando se cruza el umbral de la puerta de casa.
De la "Ayuda" a la Gestión Compartida
El concepto de "ayudar en casa" es en sí mismo problemático, pues implica que la responsabilidad principal es de la mujer y el hombre es un mero asistente.
La verdadera corresponsabilidad implica asumir la carga mental, no solo la ejecución de tareas.
Una prueba sencilla de involucramiento real sería preguntarse: ¿Sabe usted cuál es la dosis exacta de medicamento que toma su hijo cuando tiene fiebre o cuándo vence el pago del seguro del hogar sin tener que consultar a su pareja? Si la respuesta es negativa, existe una brecha de participación.
Para corregir esto, se deben implementar acciones concretas: no solo ir al supermercado, sino planificar el menú semanal y gestionar el inventario de la despensa; no solo llevar a los hijos al colegio, sino estar en los grupos de comunicación escolar y gestionar sus tareas académicas.
Asumir tareas de limpieza profunda (baños, aspirado) y gestión logística libera tiempo y energía mental de la pareja, lo que reduce el conflicto y aumenta la satisfacción marital.
Además, es vital establecer conversaciones diarias para recalibrar la distribución de tareas, especialment
corresponsabilidad domestica y carga mental