¿Qué es la Asertividad? El Equilibrio Justo entre Escuchar y Ser Escuchado
Definiendo los tres estilos: pasivo, agresivo y asertivo
En el espectro de la comunicación, la asertividad representa el punto medio saludable entre dos extremos ineficaces.
Por un lado, el estilo pasivo se caracteriza por silenciarnos por temor al conflicto, anteponiendo las necesidades de los demás a las nuestras para evitar la confrontación.
Por otro lado, el estilo agresivo busca defender las propias ideas a toda costa, a menudo agrediendo o invalidando los derechos y sentimientos del interlocutor.
La asertividad emerge como el tercer camino: la capacidad de defender lo que pensamos de manera firme, pero sin agredir a otros ni anularnos a nosotros mismos.
La asertividad como la capacidad de expresar tus necesidades
La comunicación asertiva es la habilidad clave para expresar nuestras ideas, opiniones y necesidades de una forma clara, directa y, sobre todo, respetuosa.
No se trata solo de tener el valor de hablar, sino de hacerlo de una manera que promueva el entendimiento y no la confrontación.
Ser asertivo implica utilizar un lenguaje que sea honesto pero no hiriente, y tener la capacidad de establecer límites con firmeza pero sin violencia.
Es una comunicación que busca ser escuchada, pero que al mismo tiempo valora y respeta la perspectiva del otro, creando así las condiciones para un diálogo constructivo.
No se trata de imponer ni de ceder, sino de encontrar un equilibrio
La filosofía central de la asertividad se resume en una frase clave: no significa imponer ni ceder.
Imponer nuestras ideas es un acto de agresión, mientras que ceder constantemente es un acto de pasividad.
La asertividad, en cambio, busca un equilibrio justo entre escuchar y ser escuchado.
Es el reconocimiento de que en una conversación sana, todas las voces tienen derecho a ser oídas y consideradas.
El objetivo no es "ganar" la discusión, sino encontrar una solución o un entendimiento que respete las necesidades y los límites de todas las personas involucradas en la interacción.
Los derechos y responsabilidades en una comunicación asertiva
La práctica de la asertividad se sostiene sobre un marco de derechos y responsabilidades mutuas.
Por un lado, tenemos derechos asertivos inalienables: el derecho a ser tratado con respeto, a tener y expresar nuestras propias opiniones, a establecer nuestros límites y a pedir lo que necesitamos.
Sin embargo, estos derechos vienen acompañados de responsabilidades asertivas igualmente importantes: la responsabilidad de tratar a los demás con el mismo respeto, de escuchar sus opiniones, de reconocer sus necesidades y de respetar sus
que es la asertividad el equilibrio justo entre escuchar y ser escuchado