El Arte de la Concisión: Escribir de Forma Clara y Directa

Por qué la concisión es clave en el entorno profesional

En el acelerado entorno profesional actual, el tiempo y la atención son recursos limitados.

Nuestros mensajes escritos, ya sean correos electrónicos o informes, compiten con innumerables otras tareas que nuestros destinatarios deben gestionar a lo largo del día.

Si un mensaje es demasiado largo, denso o difícil de leer, corre el riesgo de ser pospuesto ("lo leeré más tarde"), malinterpretado a través de una lectura superficial o, en el peor de los casos, completamente ignorado.

Además, la falta de concisión puede proyectar una imagen poco profesional, ya que la capacidad de síntesis es una habilidad muy valorada en la mayoría de los roles.

Por tanto, ser conciso no es solo una cuestión de estilo, sino una necesidad estratégica para asegurar que nuestra comunicación sea recibida, entendida y atendida con la urgencia que requiere.

Técnicas: Evitar palabras innecesarias y usar listas con viñetas

Existen técnicas sencillas para hacer nuestros textos más concisos y digeribles.

La primera es evitar las palabras innecesarias.

Aunque se recomienda un tono conversacional, la escritura nos da la oportunidad de revisar y eliminar redundancias que no aportan valor, como usar sinónimos juntos ("colaboración y cooperación") o alargar frases innecesariamente.

La segunda técnica es el uso de listas con viñetas.

Cuando un mensaje contiene múltiples puntos o una serie de pasos, organizarlos en una lista en lugar de un párrafo denso mejora drásticamente la legibilidad.

Las listas añaden "aire" al texto, facilitan la lectura rápida y, a menudo, permiten expresar la misma información con menos palabras, haciendo el mensaje más claro y directo.

Eliminar frases introductorias inútiles para ir directo al punto

Una fuente común de palabrería en la comunicación escrita son las frases introductorias y de cortesía que, aunque bien intencionadas, no aportan ningún valor al mensaje.

Frases como "He recibido tu correo" (lo cual es obvio si estás respondiendo) o "Te escribo para informarte" son redundantes y deben eliminarse para ir directamente al punto.

Incluso frases de cierre como "No dudes en contactarme" son a menudo innecesarias; si se desea invitar al contacto, es más directo y positivo escribir "Te invito a contactarme".

El objetivo es eliminar todo el relleno que retrasa la llegada al núcleo del mensaje.

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