La Ecuación del Estrés (Parte 2). El Factor del Espacio Mental Limitado
El Segundo Componente de la Ecuación del Estrés
El segundo factor fundamental en la ecuación del estrés, además del tiempo, es la cantidad de espacio disponible que tenemos en nuestra mente para gestionar nuestras preocupaciones.
Este espacio mental se refiere a nuestra capacidad cognitiva para procesar y organizar la multitud de pensamientos, tareas y emociones que compiten por nuestra atención cada día.
Cuando este espacio interno se ve completamente saturado por un exceso de información, el nivel de estrés que experimentamos comienza a aumentar de una forma inevitable y abrumadora.
La fórmula del estrés, que combina un espacio limitado con un tiempo limitado, nos demuestra que la sobrecarga mental es una de las principales causas de nuestra ansiedad.
Es en la conjunción de estas dos limitaciones donde encontramos la raíz de la sensación de no poder avanzar, sintiéndonos completamente atrapados por la situación que estamos viviendo.
El Estado de Abundancia de Espacio Mental
Cuando dispones de una gran cantidad de espacio mental libre, tu nivel de estrés se mantiene muy bajo, ya que tienes la claridad para abordar tus responsabilidades secuencialmente.
Esta abundancia de espacio te permite enfocarte en una sola cosa y después en la otra, sin sentir una gran presión y con la libertad de moverte mentalmente.
En este estado de claridad, no existe mucho problema para asimilar nueva información o para planificar los siguientes pasos, pues la mente no se encuentra congestionada ni sobrecargada.
Tener un amplio espacio para moverte cognitivamente es el equivalente a tener un balde de estrés muy grande, donde las preocupaciones pueden ser contenidas sin causar un desbordamiento.
Esta condición de amplitud mental es el estado óptimo al que debemos aspirar para poder mantener una vida mucho más balanceada, productiva y con un menor nivel de tensión.
La Sobrecarga Cognitiva: Cuando no hay Espacio para Más
El verdadero problema del estrés surge cuando tenemos tantas cosas distintas en la cabeza que no sabemos qué hacer con ellas, sintiendo una profunda sensación de saturación.
En esta situación de sobrecarga, la mente se encuentra tan llena que cuando intenta entrar una tarea o pensamiento más, simplemente no hay espacio para poder procesarlo adecuadamente.
Es un estado en el que no sabemos cómo organizar todo lo que ya tenemos en nuestra cabeza, lo que nos conduce a una parálisis mental y a la inacción.
La sensación de no tener casi espacio para nada nuevo es lo que provoca que nuestro nivel de estrés comience a aumentar de una forma constante y muy rápida.
Esta falta de espacio es la que nos impide pensar con claridad, tomar decisiones efectivas y, en última instancia, nos hace sentir que hemos perdido el control de nuestra mente.
La Relación Directa entre Falta de Espacio y Estrés
La conexión entre la falta de espacio y el estrés es directa e innegable; es el momento preciso en el que la ansiedad hace su entrada en nuestra vida.
No saber cómo avanzar o qué pasos tomar es la consecuencia natural de tener un espacio mental completamente ocupado, sin lugar para la reflexión o la nueva planificación.
Podemos empezar a tomar control de nuestro estrés no solo dándonos más tiempo, sino también implementando estrategias para liberar y organizar activamente nuestro valioso espacio mental.
Esto implica aprender a priorizar, a delegar y a descartar las preocupaciones innecesarias que están ocupando un lugar que podría ser utilizado para tareas mucho más importantes.
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