El Valor de la Significancia y el Riesgo de la Búsqueda de Validación

La Necesidad Humana de Sentirse Valioso

Otro de los valores fundamentales que a menudo sucede que estamos buscando de forma constante es el de la significancia, el profundo deseo de sentirnos valiosos.

Sin embargo, este valor en particular puede llegar a generar muchos problemas en nuestra vida, ya que su búsqueda a menudo nos conduce por caminos completamente equivocados.

El principal riesgo es que, en nuestro afán por ser vistos como valiosos, nos comportemos de maneras que no son auténticas para complacer a otras personas.

Creemos que necesitamos que alguien en específico nos vea como una persona valiosa, y para lograrlo, actuamos de una forma que no se corresponde con quienes somos.

Este impulso nos lleva a funcionar de una manera incorrecta, ya que nos dejamos llevar por nuestros valores fundamentales de una forma que nos perjudica a nosotros mismos.

El Alto Costo de la Validación: Sacrificando la Salud

La búsqueda de significancia puede generar un estrés inmenso, especialmente cuando para poder vernos valiosos ante los ojos de un jefe, decidimos literalmente matarnos trabajando.

En este proceso, podemos llegar a arriesgar nuestra propia salud, quedándonos a trabajar hasta las cuatro de la mañana para luego levantarnos a las cinco y continuar.

Le decimos a nuestro superior que todo va bien y seguimos trabajando todo el día en un proyecto, sin importar el costo físico que esto tenga para nosotros.

Si se nos pide que hagamos otra cosa, también la aceptamos sin dudar, continuando en un ciclo de sobrecarga que parece no tener fin y que nos agota.

Este sacrificio de nuestro bienestar físico es uno de los precios más altos que pagamos con el único fin de que nuestro jefe nos valore y nos quiera.

El Sacrificio de las Relaciones y la Paz Interior

Para poder sentirnos valiosos, no solo arriesgamos nuestra salud, sino también el tiempo que deberíamos pasar con nuestra familia y con nuestra pareja, descuidando nuestras relaciones.

Llegamos a casa sin tiempo ni energía, lo que inevitablemente nos lleva a tener discusiones y conflictos con nuestros seres queridos, deteriorando nuestros vínculos más importantes.

Continuamos en este proceso destructivo, poniendo en riesgo nuestras conexiones más íntimas para poder sentir que estamos avanzando y seguros en nuestro puesto de trabajo.

Todo este sacrificio lo hacemos para que nuestro jefe nos vea como alguien valioso, sin darnos cuenta de que estamos destruyendo las bases de nuestra propia felicidad.

El Destino Final: Un Estado de Estrés y Ansiedad Crónicos

Esta búsqueda equivocada de la validación externa nos conduce sencillamente a sentirnos estresados todo el tiempo, viviendo en un estado de tensión y alerta constante.

Finalmente, llegamos a un punto en el que nos sentimos ansiosos, neuróticos e incluso histéricos, porque sentimos que nadie nos entiende ni valora nuestros enormes sacrificios.

Nos quejamos de que nadie nos pone atención, sin reconocer que somos nosotros mismos quienes estamos sacrificando muchas cosas importantes por algo que no vale la pena.

Cuando reconocemos que la significancia es lo que nos mueve, podemos empezar a manejar nuestro estrés, buscando formas más sanas de sentirnos valiosos sin destruirnos.