INGRESAR

REGISTRARSE
Buscador

El Poder Destructivo de Juzgar. El Doble Estándar

Selecciona el idioma :

Por favor, inicia sesión para que tu progreso sea registrado. Sin iniciar sesión, podrás visualizar el video pero no se aumentará tu avance en el curso

El Poder Destructivo de Juzgar. El Doble Estándar


El Hábito Inconsciente de Juzgar a los Demás

Todos nosotros tenemos una manera muy particular de juzgar a las personas, ya que a menudo manejamos un curioso y perjudicial doble estándar en nuestras vidas.

Juzgar a los demás es algo que hacemos con mucha frecuencia y, la mayor parte del tiempo, de una forma completamente inconsciente, casi como un acto reflejo.

Nos hemos acostumbrado a esta forma de pensar, en parte, debido a ciertas mentalidades culturales que nos impulsan constantemente a mirar, comparar y emitir juicios.

Comúnmente, cuando juzgamos a alguien, creemos que lo estamos mirando hacia abajo, como si fuera un ser inferior a nosotros o alguien que no es lo suficientemente bueno.

Este hábito mental, aunque común, es una fuente constante de conflicto y malentendidos en nuestras interacciones, ya que se basa en una vara de medir completamente injusta.

El Primer Pilar del Estándar: Juzgar a Otros por sus Acciones

Cuando se trata de otras personas, tenemos la fuerte tendencia a juzgarlas estricta y únicamente por sus acciones, tanto por lo que han hecho como por lo que no.

Si alguien comete un error, nos insulta o habla mal de nosotros, inmediatamente lo catalogamos como una mala persona, sin darle el beneficio de la duda.

No nos detenemos a pensar en sus posibles intenciones; simplemente observamos la acción negativa y la utilizamos para definir por completo la identidad de esa persona.

Si vemos que alguien no es capaz de hacer las cosas por sí mismo y que depende de otros, lo juzgamos como débil, sin considerar las circunstancias que enfrenta.

Este lado del doble estándar nos convierte en jueces implacables, donde un solo acto negativo es suficiente para emitir una condena sobre el carácter completo de un individuo.

El Segundo Pilar del Estándar: Juzgarnos por Nuestras Intenciones

Sin embargo, cuando se trata de juzgarnos a nosotros mismos, aplicamos una regla completamente diferente, ya que nos evaluamos principalmente por la calidad de nuestras intenciones.

Si nosotros somos los que cometemos un error o hacemos algo malo, nuestra primera reacción es decir que esa no era nuestra verdadera intención al actuar.

Utilizamos la pureza de nuestras intenciones como una excusa para absolvernos de la responsabilidad de nuestros actos, concluyendo que en el fondo no somos malas personas.

Nos decimos a nosotros mismos que, como no teníamos la intención de dañar, en realidad no hicimos nada malo, un privilegio que nunca le otorgamos a los demás.

Este mecanismo de autoprotección nos impide ver nuestros propios fallos con objetividad, manteniendo una imagen idealizada de nosotros mismos que no se corresponde con la realidad.

Las Consecuencias de un Juicio Desequilibrado

Este doble estándar es profundamente destructivo porque nos impide desarrollar una verdadera empatía hacia los demás, ya que siempre los juzgamos con la máxima dureza posible.

Al mismo tiempo, nos frena en nuestro propio crecimiento personal, porque nunca asumimos la total responsabilidad de nuestras acciones, escudándonos siempre en nuestras supuestas buenas intenciones.

Vivir con este juicio desequilibrado nos condena a tener relaciones superficiales, ya que es imposible conectar genuinamente con alguien a quien estamos juzgando de una forma tan severa.


el poder destructivo de juzgar el doble estandar

Publicaciones Recientes de estres calma

¿Hay algún error o mejora?

¿Dónde está el error?

¿Cúal es el error?