El Antídoto Consciente. Otorgarse Más Tiempo para Crecer

La Trampa de los Plazos Autoimpuestos y Poco Realistas

A menudo, como emprendedores o profesionales, nos imponemos plazos de tiempo tan pesados y complejos que resultan prácticamente imposibles de alcanzar, generando una enorme presión innecesaria.

Cuando estas metas poco realistas, como alcanzar el éxito masivo en solo un año, no se cumplen, nuestro nivel de estrés se vuelve impresionante y nos sentimos abrumados.

Esta autoimposición nos conduce a un estado en el que no podemos dormir ni descansar, ya que la sensación de no estar alcanzando lo propuesto nos consume por completo.

No debemos forzar las cosas de tal manera que lo único que generemos en el proceso sea un nivel de estrés que nos impida avanzar con claridad y eficacia.

Si el único progreso que estás viendo en tu vida es el aumento de tu nivel de estrés, es una clara señal de que no estás haciendo las cosas correctamente.

La Decisión Liberadora: El Poder de Extender el Plazo

El antídoto para esta situación consiste en reflexionar y tomar la decisión consciente de otorgarte más tiempo, preguntándote qué es lo peor que podría suceder si lo haces.

En el preciso momento en que decides darte un año más para poner todo en orden, reconoces instantáneamente cómo tu nivel de estrés disminuye de una forma radical.

La sensación de agobio desaparece y es reemplazada por la certeza de que ahora, con un plazo más realista, tienes más tiempo y podrás manejar la situación eficazmente.

Debes permitirte cometer errores en el camino y decirte a ti mismo que está bien necesitar más tiempo para hacer las cosas de la manera correcta y adecuada.

Una Advertencia Importante: Madurez, no Mediocridad

Es crucial aclarar que esta estrategia no es una invitación a la mediocridad ni una excusa para extender los plazos cada vez que una situación se vuelve complicada.

No se trata de procrastinar o de alejarse de los desafíos, sino de evitar ponerse fechas límite tan ilógicas que son prácticamente imposibles de alcanzar desde el principio.

Es correcto esforzarnos y llegar lo más lejos posible, e incluso podemos vencer ciertos límites de tiempo que nos habíamos impuesto, lo cual es un gran logro.

Sin embargo, también es un signo de madurez ser consciente de si existen cosas que están fuera de nuestro alcance y que impedirán que podamos cumplir con esa fecha.

El hecho de que tú quieras lograr algo en un determinado tiempo no significa necesariamente que sea posible, por lo que debes revisar tus opciones con total honestidad.

Aplicando el Principio a los Hitos de la Vida

Este mismo principio se aplica a los grandes hitos de la vida, pues nadie puede decirte que tienes que tener tu vida arreglada a los veinticinco o treinta años.

Cada vida es completamente distinta, y si tú personalmente necesitas más tiempo para poder llegar a una etapa de tu vida que deseas, debes darte ese tiempo.

No te castigues ni te juzgues por no cumplir con un calendario que la sociedad o la cultura han impuesto, pues tu camino es único y tiene sus propios ritmos.

Otorgarte más tiempo para tus metas personales y vitales es un acto de autocompasión y sabiduría que reducirá drásticamente la carga de estrés innecesario que llevas encima.