Creando Nuestra Realidad. Cómo Nuestras Interpretaciones Magnifican el Estrés
El Principio Fundamental: Nosotros Construimos Nuestro Mundo
La vida no es simplemente una serie de eventos que nos suceden, sino que nosotros construimos activamente el mundo en el que vivimos a cada instante.
Esta construcción de la realidad depende fundamentalmente de las diversas interpretaciones y los significados que decidimos darle a cada una de las situaciones que enfrentamos.
Al reconocer este principio, podemos empezar a transformar nuestra manera de vivir, entendiendo que el poder de la percepción está completamente en nuestras manos y mentes.
De esta forma, la vida deja de ser algo que nos pasa y se convierte en algo que nosotros mismos creamos a través de la calidad de nuestros pensamientos.
La Magnificación del Estrés: El Ejemplo del Autobús Perdido
Un claro ejemplo de cómo creamos nuestro propio estrés es cuando creemos que haber perdido el autobús por la mañana significa que el mundo entero se ha acabado.
Inmediatamente, nuestra mente genera una catastrófica cadena de pensamientos negativos, como la idea de que llegaremos tarde y que seguramente nos van a despedir del trabajo.
De esta forma, un evento que en realidad es muy pequeño puede empezar a apoderarse por completo del espacio disponible que tenemos en nuestro balde de estrés.
Al final, somos nosotros mismos quienes hemos creado un nivel de estrés desproporcionado, porque tomamos algo insignificante y lo convertimos en un problema de enormes dimensiones.
Esta reacción exagerada demuestra que no es el evento en sí, sino nuestra interpretación del evento, lo que verdaderamente determina el nivel de ansiedad que vamos a experimentar.
La Respuesta Consciente: Asignando el Peso Real a los Problemas
Cuando empezamos a identificar este tipo de interpretaciones exageradas, podemos conscientemente decidir darles a las pequeñas situaciones el pequeño espacio que en realidad les corresponde.
Ante el mismo evento de perder el autobús, la respuesta consciente sería reconocer la molestia, pero buscar una solución inmediata como tomar un taxi o llamar para informar.
Esta forma de reaccionar demuestra que sabemos manejar una situación de estrés, manteniendo el problema en una dimensión pequeña y completamente controlable dentro de nuestra mente.
Al adoptar esta actitud, tomamos la decisión deliberada de no permitir que un contratiempo menor tenga el poder de arruinar por completo nuestro humor o nuestro día.
Esta habilidad para dar a cada problema su verdadero peso es la base para construir una mentalidad mucho más resiliente y emocionalmente estable frente a las adversidades cotidianas.
La Clave del Control Inmediato del Estrés
Nosotros podemos empezar a controlar el estrés de manera inmediata si aprendemos a darle el verdadero y justo peso que le corresponde a cada situación de nuestra vida.
Esto requiere un ejercicio constante de autoobservación para identificar cuándo estamos magnificando un problema y transformándolo en algo mucho más grande de lo que realmente es.
El control no viene de evitar los problemas, sino de nuestra capacidad para interpretarlos de una manera que nos empodere en lugar de debilitarnos y paralizarnos.
Al negarnos a permitir que los pequeños inconvenientes dicten nuestro estado de ánimo, recuperamos el poder sobre nuestra realidad interna y reducimos drásticamente la tensión innecesaria.
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