Codependencia. Ser Excesivamente Responsable de los Demás
Invadiendo el Carril Ajeno: La Esencia de la Sobrerresponsabilidad
La otra cara de la codependencia consiste en ser excesivamente responsable de los demás, lo cual es el equivalente a meterse en el carril de otra persona.
Esto sucede cuando vemos que a alguien no le va bien o cuando esa persona no está haciendo lo que nosotros creemos que debería estar haciendo.
Esta actitud es una falta de respeto hacia la autonomía de los demás y hacia su derecho de poder gobernar su propia vida según sus propios términos.
Esta tendencia a la sobrerresponsabilidad se manifiesta de dos maneras muy comunes en nuestras relaciones, que son la del control y la del cuidado excesivo.
Ambas formas, aunque parezcan distintas, nacen de una misma necesidad de gestionar nuestra propia ansiedad a través de la vida de las otras personas a nuestro alrededor.
La Primera Forma: El Control
La primera forma de ser excesivamente responsable es el control, que es cuando te haces responsable de que los demás cumplan con todas tus expectativas.
Tu atención mental se centra en conseguir que la otra persona se conforme a tus deseos y que haga las cosas exactamente a tu manera y no a la suya.
Sientes la necesidad de que los demás plieguen sus deseos a los tuyos para que tú puedas sentirte seguro, viendo a la otra persona como un reflejo.
Crees que sabes lo que es mejor para ellos y llegas al punto de querer dictar su comportamiento, su vestimenta e incluso su propia y única apariencia.
Este afán de control no es una muestra de fortaleza, sino una manifestación de nuestra propia inseguridad, que intentamos calmar dominando el entorno y a los demás.
La Segunda Forma: El Cuidado Excesivo (Caretaking)
La segunda forma de sobrerresponsabilidad es la del cuidado, que es cuando te haces cargo de los problemas de los demás o de sus consecuencias.
Tu atención mental se centra de forma casi exclusiva en resolver los problemas de los otros, en aliviar su dolor y en protegerlos de cualquier posible daño.
Las luchas de la otra persona afectan directamente tu propia serenidad, y llegas al punto de sentir que no puedes ser feliz si la otra persona no lo es.
Piensas que es tu culpa cuando las cosas no les van bien, y asumes que es tu trabajo arreglar su vida o incluso deshace
codependencia ser excesivamente responsable de los demas