Datos de Contacto y Encabezado
Información imprescindible
El encabezado del currículum actúa como la tarjeta de presentación del candidato; su función es facilitar la comunicación inmediata, no saturar con datos biográficos irrelevantes.
Es imperativo incluir el nombre completo y los apellidos, un número de teléfono móvil con el prefijo internacional si se aplica a ofertas en el extranjero, y una dirección de correo electrónico que transmita profesionalidad.
Un error común es utilizar direcciones de email creadas en la adolescencia con apodos o números aleatorios; lo ideal es una combinación sobria de nombre y apellido.
Además, se debe evitar titular el documento con frases obvias como "Curriculum Vitae" u "Hoja de Vida"; esto es redundante y desperdicia un espacio visual valioso que debería destinarse al nombre del candidato o su titular profesional.
En cuanto a la privacidad y la relevancia, datos como el estado civil, el número de hijos, la afiliación política o religiosa, y el número de documento de identidad (DNI o pasaporte) deben ser excluidos, salvo que sea un requisito legal explícito en el país de destino.
Incluir esta información no solo es innecesario, sino que puede activar sesgos inconscientes en el reclutador o ocupar espacio que serviría para destacar logros.
Fotografía profesional
La inclusión de la fotografía es un aspecto cultural que varía según la geografía, pero si se decide incluir, debe cumplir con estándares de alta calidad.
La imagen debe ser reciente, tipo carnet, con un fondo neutro (blanco o gris claro) que no distraiga la atención del rostro.
Se debe evitar a toda costa recortar fotos grupales de eventos sociales, imágenes pixeladas o selfies informales, ya que denotan falta de cuidado y profesionalidad.
Imaginemos el retrato de un arquitecto contemporáneo: una vestimenta "business casual", una iluminación adecuada que evite sombras duras y una expresión facial amable pero segura.
No es necesario vestir de etiqueta rigurosa si el sector no lo requiere, pero sí mostrar una apariencia pulcra.
Una leve sonrisa ayuda a proyectar empatía y accesibilidad, rompiendo la barrera de frialdad del papel.
Es fundamental insertar la foto digitalmente en el documento en lugar de adjuntarla con clips o grapas, para evitar que se desprenda o deteriore el formato.
Por último, siempre se debe verificar la normativa del país destino; en lugares como Reino Unido, Estados Unidos, Europa, la foto suele omitirse para evitar discriminación.
Titular profesional
Debajo del nombre, es estratégico colocar un "titular profesional" que defina quién es el candidato en pocas palabras.
Nunca se debe usar frases pasivas como "Desempleado" o "En búsqueda activa"; en su lugar, se debe afirmar la profesión que se ejerce o el puesto al que se aspira.
Este titular funciona como el eslogan de una marca personal y ayuda al reclutador a catalogar el perfil en los primeros segundos de lectura.
Por ejemplo, en lugar de poner "Busco trabajo en finanzas", un candidato sólido escribiría "Analista Financiero Senior | Especialista en Fusiones y Adquisiciones".
Esto no solo clarifica el rol, sino que incluye palabras clave esenciales para los sistemas de rastreo.
Si el perfil es polivalente, el titular debe adaptarse a la oferta específica a la que se aplica, asegurando que la primera impresión esté alineada con la necesidad de la empresa.
Resumen
El encabezado debe actuar como una tarjeta de presentación eficaz, priorizando el nombre, teléfono y un correo profesional. Se debe evitar saturar este espacio con datos personales irrelevantes o títulos obvios.
La fotografía es un elemento cultural que, de incluirse, debe tener alta calidad y un fondo neutro. Es fundamental evitar imágenes sociales recortadas y asegurar una apariencia pulcra que proyecte empatía.
Resulta estratégico añadir un titular profesional bajo el nombre que defina claramente quién es el candidato. Este breve eslogan ayuda a los reclutadores y sistemas a catalogar el perfil inmediatamente.
datos de contacto y encabezado