El Indicador del Cuello y la Nuca (Estrés)
La razón fisiológica (Reducción del estrés)
Una de las zonas del cuerpo que más revela la inseguridad y la preocupación es el cuello. Tocar o masajear el cuello casi nunca es una buena señal.
Suele indicar sentimientos negativos como molestia, ira, frustración o sentirse intimidado.
Hay una razón fisiológica para esto: en el cuello se encuentran terminaciones nerviosas que, al ser estimuladas (masajeadas), ayudan a reducir el nivel de estrés, la presión arterial y el ritmo cardíaco.
Por lo tanto, cuando alguien se masajea el cuello, está intentando calmarse activamente de un sentimiento negativo.
Variaciones del gesto (Masaje, pellizco, ventilación)
Este gesto de tocarse el cuello puede adoptar varias formas.
Puede ser un masaje directo en la nuca, pellizcar o tirar de la piel del cuello (un gesto que suele ser más brusco en hombres que en mujeres), o ventilarse el cuello tirando del cuello de la camisa o camiseta.
Rascarse o masajearse la nuca mientras se mira hacia abajo es un indicador particularmente fuerte de un sentimiento negativo o incluso de una posible mentira, especialmente si se acompaña de una expresión facial triste.
La palmada en la nuca (Molestia)
A veces, el gesto comienza con una ligera palmada o golpe en la parte posterior del cuello antes de comenzar el masaje. Este es un indicador muy específico de molestia.
Por ejemplo, si usted hace un comentario a un colega sobre un error que cometió en un informe, y esa persona primero se da una palmada en la nuca y luego empieza a masajearla, esto indica claramente que no está contenta con su comentario.
Es una forma implícita de decir "me estás agobiando" o "eres un dolor de cabeza".
Pueden decir verbalmente algo como "¡Ay! Debería haberlo revisado", pero el gesto no verbal comunica su verdadera molestia.
Tocarse el pelo y morderse los labios
Otros gestos comunes de nerviosismo incluyen tocarse el pelo repetidamente, reajustarse las gafas cuando no lo necesitan, morderse los labios o el interior de las mejillas.
Todos estos movimientos repetitivos y nerviosos sirven como una válvula de escape para la tensión acumulada.
Frotarse las piernas o manos
Frotar las manos entre sí (no las palmas en señal de expectativa, sino un frotamiento más nervioso, casi como "lavándolas") es un apaciguador que denota tensión o preocupación.
De manera similar, algunas personas frotan sus manos (a menudo sudorosas) contra sus muslos, a veces de forma tan repetitiva que parece un gesto extraño.
Este gesto, al igual que frotarse un brazo, es un intento de calmarse a través del tacto.
En mujeres, frotarse los muslos puede tener una connotación dual: puede ser nerviosismo, o en un contexto de coqueteo, puede ser una señal de excitación sexual.
Resumen
Una de las zonas del cuerpo que más revela la inseguridad y la preocupación es el cuello. Tocar o masajear el cuello casi nunca es una buena señal.
Hay una razón fisiológica para esto: en el cuello se encuentran terminaciones nerviosas que, al ser estimuladas, ayudan a reducir el nivel de estrés.
Este gesto puede adoptar varias formas: un masaje directo en la nuca, pellizcar la piel del cuello o ventilarse tirando del cuello de la camisa.
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