El respeto en las relaciones interpersonales
Dices: ¨quiero ser respetado¨ o ¨en el trabajo no me respetan¨, como si tu papel fuese de un mero espectador y sin sembrar nada, debieras recoger la semilla de la desolación y desatención a tus necesidades personales. Buen chiste, si crees esto. Lo cierto es que respetar tiene que ver más con, como acostumbras a la gente a tratarte o que conductas realizas siempre que ves la situación ofensiva para ti. Si, tu modo de reaccionar dirá mucho sobre el respeto ganado.
También, entendámoslo, aunque fuéramos el mismisimo DIOS, hay personas que no vibrarán en tu sintonia. ¿Es culpa tuya? No, así como te gusta jugar al ajedrez, hay personas que lo ven como una pérdida de tiempo. Se necesita de la voluntad de dos o más personas para hacer las cosas bien.
El respeto como valor.
El respetar, incide en ese valor merecidisimo en las relaciones, a medida que se reconoce el espacio del otro, la capacidad de apreciar y aceptar las diferencias, destacado por la cualidad de construir la armonia y bienestar. El respeto, equivale a predecir la influencia de nuestro comportamiento en el pensamiento y actos de los demás, sabiéndose tratar como uno merece y no menospreciar nuestros logros ni alabar los defectos o conductas inapropiadas.
Con estas pautas podemos interrogarnos siempre que existe alguna desavenencia entre las partes comunicadoras: ¿Alguno de los aquí presentes perdieron la noción del respeto? ¿Me sigo respetando, aunque mis criterios sean los incorrectos?
Las relaciones interpersonales.
Cuando nos referimos a ¨interpersonales¨, en el término de las relaciones, estamos haciendo ilusión a la intervención de dos o más personas en una situación comunicativa. Una relación interpersonal positiva es aquella con la ausencia de ¨ruidos¨ que entorpezcan la clara interpretación del mensaje y por tanto malentendidos en la comprensión con el otro, así como la intervención de los canales oportunos para facilitar el diálogo.
Las relaciones intrapersonales, con su prefijo ¨intra¨ viene siendo ¨dentro de¨, ¨dentro de la persona¨, todo el mundo subjetivo que se desarrolla en el interior de un ser y como ello interacciona en la actividad y la relación social, ambos términos inseparables del todo.
Conflictos.
Los conflictos desavienen en desacuerdos. Conflictos de intereses, familiares, sentimentales, que emergen con una base en común. Primero que todo:
- El establecimiento de límites: ¿A qué nos referimos con límites? Un padre tendrá el deber de velar por la seguridad y cuidado de su hijo, pero si este último tiene ya cuarenta años, entre los límites del padre no figurará socavar la relación de pareja solo por no verlo seguro. Eso es un ejemplo de cómo sobrepasamos los límites.
- La distorsión en el manejo de límites implica, por fuerza mayor una actitud inapropiada, que tienen un resultado: la falta de respeto hacia la integridad de otra persona.
¿Por qué se pierde el respeto?
Tomarse las cosas de manera personal: No eres el ombligo del mundo, todo lo que sucede en él no tiene por qué ser en contra tuya. Si te gritó no tienes por qué ser tú el que haya originado la causa. ¿Tiene problemas personales? ¿Hiciste algo que provocara esa situación? ¿La persona está proyectando sus problemas en ti? Analiza primero eso y verás que muchas veces no tienes ninguna responsabilidad con el enfado de tu vecino.
Pedir disculpas está bien, te da acceso a una imagen autocritica dispuesta a la reconciliación, pero pedir disculpas por, absolutamente todo, tengas o no tengas la culpa, no. Eso denota querer quedar bien con la persona y, ¿tu respeto para cuándo:
- Escucha: Si dejas que te interrumpan siempre que plantees tus ideas, estás aceptando, en lugar de eso expón tu desagrado a tal acto. Para que te respeten tienes que hacerte respetar.
- Mentiras: Si te ganas fama de mentiroso o de que tu palabra no vale, malo. Nadie quiere hacer planes con otra persona y respetar cuando desconoce la veracidad de sus palabras. ¿Lo harias tú?
- Quejarse: Desahogarse está bien, pero quejarte siempre le da una idea a la persona de lo vulnerable y victima que eres.
- Lo mismo de si hablas mucho de ti o si reaccionas con agresividad a los eventos, en ninguna de las dos, conseguirás aparentar ser una persona normal y que merece el respeto.
¿Cómo hacer que te respeten?
Dar para recibir. ¿Cómo hacer para recibir ese respeto que añoras? En primer lugar, respetando, aceptar aún sin estar de acuerdo las creencias sin críticas que hacer, solo aceptar, siempre y cuando esas decisiones no te hagan formar parte a ti ni a seres queridos. La tolerancia es otro factor de peso, derivado del acto de aceptar. Si aceptas la diversidad que se entreteje en el mundo, serás más propenso a tener paciencia con las diferencias que emerjan. Y esta paciencia lleva implicito el acto empático. Entiendes que sus diferencias no tienen nada que ver, personalmente contigo, sino con su perspectiva y modo de enfrentarse al mundo.
La atención, siempre pon atención al contexto y a las emociones que broten, si recién acaba de tener una discusión, no es momento de reñirle o hacerle ver lo en desacuerdo que estás, deja refrescar su mente. Actúa con la seguridad que conlleva haber analizado el ambiente y comunicarte con las palabras oportunas. Y si la situación te sobrepasa levántate y di: ¨Ya es suficiente¨. No te dejes continuar invadiendo con eventos o personas que te pongan al límite, aunque no lo creas amigo(a), tú eres importante y repito, sino te respetas tu ¿adivina? Nadie a tu alrededor tendrá una mínima consideración al suelo por donde pisas.
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