El proceso de coaching no se concentra en el coach sino en el coachee o cliente, se construye una estructura para que el cliente crezca. El coach actúa como un espejo para el cliente, e influye para que este cumpla con lo que determinó por si mismo.
El establecimiento de objetivos es un proceso continuo durante la vida. Las personas siempre van a querer algo más. Mientras no aprendan a conocerse, a superar por si mismos los obstáculos que se les presentan, a dominar sus emociones y enfrentar los retos, van a necesitar un poco de ayuda. Alguien que los acompañe y los haga responsables de obtener los resultados que se proponen.
Están los objetivos del coach, según la visión que tiene de su proceso y método, los objetivos de cada sesión. Y está el objetivo del cliente, y este no necesariamente está claro, por lo que insistir para que lo definan de inmediato no es aconsejable.
El camino que se recorre en el proceso de coaching depende de la relación que se crea con el cliente y las necesidades concretas de este. Son pocas las veces que un coachee viene a la sesión con el objetivo claro y definido.
Especialmente en el coaching de vida, cuando el cliente busca una transformación, una forma de convertirse en una mejor versión de si mismo. Casi siempre viene con un problema o porque se siente mal, y el cliente necesita explorar su realidad hasta dar con la causa real y luego descubrir lo que quiere, a donde quiere llegar, el objetivo. Es trabajo del coach facilitarle esta tarea.
Es probable que exista un problema y sea necesario que el cliente reflexione sobre este. Analizarlo juntos e identificar si se trata de una situación en concreto o lo más probable, de una creencia limitante sobre si mismo. Es fundamental hacer las preguntas adecuadas para revelar estas limitaciones y que pueda trabajar en su resolución.
Otro tema importante puede ser la discusión de sus valores, ya que serán fundamentales para establecer metas y objetivos. Igualmente se puede trabajar para ampliar su perspectiva de la vida y explorar sus opciones.
Todo esto facilita la autoconciencia y que descubran qué es lo que quieren realmente ¿Por qué están aqui, en esta etapa de su vida, intentando cambiar? Cuando el cliente alcanza ese autoconocimiento, se pasa a la acción para empezar a obtener resultados rápidamente. Establecer los objetivos es sencillo una vez que entendemos al cliente y este sabe hacia dónde va.
O sea, una vez que se consiga:
De forma general y una vez definida nuestra meta y los objetivos reales que perseguimos, se procede a elaborar un plan y algunas de las cuestiones que se aconsejan para alcanzar los objetivos son: