Interpretación de los acontecimientos
Que hermoso una visita al zoológico, ¿verdad? A Laura le encanta ese lugar, lo califica como un espacio mágico donde compartir momentos placenteros.
Miguel, en cambio, no lo ve así. Tiene ocho años y esta es su primera experiencia en contacto directo con los animales. Esperaba encontrar un paraiso selvático, dinosaurios incluidos, y en su lugar solo vio monos enjaulados.
Decepcionante para una primera vez. A Leo, sin embargo, le generaba estrés volver a asistir a ese lugar terrorifico, sumergido en historias de miedo y pesadillas recurrentes con osos que le perseguian.
Esas tres experiencias marcan puntos de vistas, totalmente diferentes. Cada quien INTERPRETA, desde sus lentes, la realidad acontecida.
¿Cuál sigue siendo la realidad? Exacto. Una visita al zoológico.
Intencionalidad.
Antes de declarar qué es la interpretación tenemos que analizar, primero que todo la intención y la intencionalidad. En esta última podemos encontrar: creencias, deseos o pensamientos. ¨Deseo viajar por el mundo¨ o ¨yo creo en Dios¨. En estas oraciones no se incluye una acción inmediata, debido a su contenido mental, el cual solo se puede acceder a través del lenguaje verbal o no verbal. ¿Cómo llegaste a la conclusión que a tu novio no le gusta el helado? Exacto, a través de sus palabras o gestos. Lo cierto es que tenemos un código común. Incluso esos que dicen ser diferentes al mundo. ¿Qué quiero decir con un código común? Cuando, por ejemplo, comenzamos a aprender nuestra lengua nativa.
Intencionalidad e intención.
Antes de descubrir las reglas gramaticales supimos darle un sentido a nuestras palabras. Las ventanas se construyen para iluminar o airear un habitación. La puerta: para entrar o salir. ¿Entienden? Los deseos, creencias o pensamientos tienen también un origen y regla común. Cuando vas a conocer a alguien preguntas sus gustos, la edad y a qué se dedica. Seguimos un patrón. Por tanto inferimos (en el caso de que no nos hayan respondido) creencias o deseos en función de esa base cultural. No le vas a preguntar a nadie si quiere ser dinosaurio. No tendria sentido, ¿no? La intención, por otra parte, se manifiesta en la acción. Pensé en sentarme y me senté. Tuviste la intención de sentarte y lo hiciste.
Los motivos.
Si te encuentras en la playa y quieres sumergirte en el agua pero no lo haces, se considera intencionalidad. Solo lo pensaste. Muchas veces recreamos millones de escenarios ficticios que seguirán siendo eso: ficción.
Ahora, si llegas a zambullirte en el agua, ejecutaste una acción. Entiéndase como una actividad consecuente con el área mental. La acción trae aparejado un motivo. Los motivos inciden en esta conexión entre lo que quiero y lo que hago. Decimos: ¨El discutió con ella por celos¨. Los motivos son las emociones que produjeron la acción, en este caso los celos y la intención es la misma discusión originada por los celos.
Representación e interpretación.
Para el análisis de la interpretación, tengamos en cuenta el desarrollo de una obra de teatro. La representación consiste en ver reflejada en la obra conceptos como la amistad, la fidelidad, es decir verbalizas o materializas el concepto al decir:
-Como se nota lo tan enamorados que están los protagonistas-.
La interpretación implica darle un sentido a la acción, o atribuir motivos a la persona que tuvo una intención clara. Para interpretar nos basamos en cómo actúan los personajes, como afloran sus emociones y cómo esas emociones son las responsables de su comportamiento final. ¨Sabia que resultaria siendo el villano de la historia por la envidia que demostraba tener¨.
¿Cómo interpretar mejor?
Entendiendo nuestro nivel perceptivo e interpretativo podemos extraer conclusiones más certeras del ambiente, y para ello debemos tener en cuenta los siguientes elementos:
Define qué no entiendes: Ciertas conductas no son bien entendidas por la confusión en la que se nos presenta. Si comes, se supone que querias comer, no es para que percibas desgana y apatia en cada cucharada. Antes de sacar conclusiones precipitadas, pregunta el por qué.
Auxiliate en los demás: El contexto y otras opiniones nos ayudan a complementar lo que vemos y creemos. Pide ayuda sino entiendes y también consejos sobre qué hacer.
Define qué entiendes: Solo hay una manera de qué estés en lo cierto. Corroborando. Si interpretas ese gesto como cansado y por tanto predispuesto negativamente para la conversación, diselo, lo mismo eso le ayuda a relajarse más.
Desfragmenta: Si todavía sientes que la persona está cansada, frente a su negativa de estarlo, comienza a indagar en lo que le sucedió por el camino, cuál es el ambiente familiar en el que se halla inmerso actualmente. Expón la ambigüedad de su lenguaje corporal. Si no te sientes cansado, ¿porque estás encorvado y tienes la mirada caída? El meollo del problema podría estarse originando inconscientemente, sin sospecha alguna.
Concéntrate: Presta atención a cada detalle, no solo lo que hace, sino también los motivos de porqué lo hace, o incluso qué emociones tiene que actúen de condicionantes negativos para no ¨hacerlo¨. Si te habla mucho de un tema que se aleja del verdadero problema puede esconder un deseo a no ahondar o a no socavar esas emociones ocultas.
9.1. Intencionalidad.Antes de declarar qué es la interpretación tenemos que analizar, primero que todo la intención y la intencionalidad. En esta última podemos encontrar: creencias, deseos o pensamientos. ¨Deseo viajar por el mundo¨ o ¨yo creo en Dios¨. En estas oraciones no se incluye una acción inmediata, debido a su contenido mental, el cual solo se puede acceder a través del lenguaje verbal o no verbal. ¿Cómo llegaste a la conclusión que a tu novio no le gusta el helado? Exacto, a través de sus palabras o gestos. Lo cierto es que tenemos un código común. Incluso esos que dicen ser diferentes al mundo. ¿Qué quiero decir con un código común? Cuando, por ejemplo, comenzamos a aprender nuestra lengua nativa.9.2. Intencionalidad e intención.Antes de descubrir las reglas gramaticales supimos darle un sentido a nuestras palabras. Las ventanas se construyen para iluminar o airear un habitación. La puerta: para entrar o salir. ¿Entienden? Los deseos, creencias o pensamientos tienen también un origen y regla común. Cuando vas a conocer a alguien preguntas sus gustos, la edad y a qué se dedica. Seguimos un patrón. Por tanto inferimos (en el caso de que no nos hayan respondido) creencias o deseos en función de esa base cultural. No le vas a preguntar a nadie si quiere ser dinosaurio. No tendria sentido, ¿no? La intención, por otra parte, se manifiesta en la acción. Pensé en sentarme y me senté. Tuviste la intención de sentarte y lo hiciste.9.3. Los motivos.Si te encuentras en la playa y quieres sumergirte en el agua pero no lo haces, se considera intencionalidad. Solo lo pensaste. Muchas veces recreamos millones de escenarios ficticios que seguirán siendo eso: ficción.Ahora, si llegas a zambullirte en el agua, ejecutaste una acción. Entiéndase como una actividad consecuente con el área mental. La acción trae aparejado un motivo. Los motivos inciden en esta conexión entre lo que quiero y lo que hago. Decimos: ¨El discutió con ella por celos¨. Los motivos son las emociones que produjeron la acción, en este caso los celos y la intención es la misma discusión originada por los celos.9.4. Representación e interpretación.Para el análisis de la interpretación, tengamos en cuenta el desarrollo de una obra de teatro. La representación consiste en ver reflejada en la obra conceptos como la amistad, la fidelidad, es decir verbalizas o materializas el concepto al decir:-Como se nota lo tan enamorados que están los protagonistas-.La interpretación implica darle un sentido a la acción, o atribuir motivos a la persona que tuvo una intención clara. Para interpretar nos basamos en cómo actúan los personajes, como afloran sus emociones y cómo esas emociones son las responsables de su comportamiento final. ¨Sabia que resultaria siendo el villano de la historia por la envidia que demostraba tener¨.9.5. ¿Cómo interpretar mejor?Entendiendo nuestro nivel perceptivo e interpretativo podemos extraer conclusiones más certeras del ambiente, y para ello debemos tener en cuenta los siguientes elementos:Define qué no entiendes: Ciertas conductas no son bien entendidas por la confusión en la que se nos presenta. Si comes, se supone que querias comer, no es para que percibas desgana y apatia en cada cucharada. Antes de sacar conclusiones precipitadas, pregunta el por qué.Auxiliate en los demás: El contexto y otras opiniones nos ayudan a complementar lo que vemos y creemos. Pide ayuda sino entiendes y también consejos sobre qué hacer.Define qué entiendes: Solo hay una manera de qué estés en lo cierto. Corroborando. Si interpretas ese gesto como cansado y por tanto predispuesto negativamente para la conversación, diselo, lo mismo eso le ayuda a relajarse más.Desfragmenta: Si todavía sientes que la persona está cansada, frente a su negativa de estarlo, comienza a indagar en lo que le sucedió por el camino, cuál es el ambiente familiar en el que se halla inmerso actualmente. Expón la ambigüedad de su lenguaje corporal. Si no te sientes cansado, ¿porque estás encorvado y tienes la mirada caída? El meollo del problema podría estarse originando inconscientemente, sin sospecha alguna.Concéntrate: Presta atención a cada detalle, no solo lo que hace, sino también los motivos de porqué lo hace, o incluso qué emociones tiene que actúen de condicionantes negativos para no ¨hacerlo¨. Si te habla mucho de un tema que se aleja del verdadero problema puede esconder un deseo a no ahondar o a no socavar esas emociones ocultas.Que hermoso una visita al zoológico, ¿verdad? A Laura le encanta ese lugar, lo califica como un espacio mágico donde compartir momentos placenteros.
Miguel, en cambio, no lo ve así. Tiene ocho años y esta es su primera experiencia en contacto directo con los animales. Esperaba encontrar un paraiso selvático, dinosaurios incluidos, y en su lugar solo vio monos enjaulados.
Decepcionante para una primera vez. A Leo, sin embargo, le generaba estrés volver a asistir a ese lugar terrorifico, sumergido en historias de miedo y pesadillas recurrentes con osos que le perseguian.
Esas tres experiencias marcan puntos de vistas, totalmente diferentes. Cada quien INTERPRETA, desde sus lentes, la realidad acontecida.
¿Cuál sigue siendo la realidad? Exacto. Una visita al zoológico.
Intencionalidad.
Antes de declarar qué es la interpretación tenemos que analizar, primero que todo la intención y la intencionalidad. En esta última podemos encontrar: creencias, deseos o pensamientos. ¨Deseo viajar por el mundo¨ o ¨yo creo en Dios¨. En estas oraciones no se incluye una acción inmediata, debido a su contenido mental, el cual solo se puede acceder a través del lenguaje verbal o no verbal. ¿Cómo llegaste a la conclusión que a tu novio no le gusta el helado? Exacto, a través de sus palabras o gestos. Lo cierto es que tenemos un código común. Incluso esos que dicen ser diferentes al mundo. ¿Qué quiero decir con un código común? Cuando, por ejemplo, comenzamos a aprender nuestra lengua nativa.
Intencionalidad e intención.
Antes de descubrir las reglas gramaticales supimos darle un sentido a nuestras palabras. Las ventanas se construyen para iluminar o airear un habitación. La puerta: para entrar o salir. ¿Entienden? Los deseos, creencias o pensamientos tienen también un origen y regla común. Cuando vas a conocer a alguien preguntas sus gustos, la edad y a qué se dedica. Seguimos un patrón. Por tanto inferimos (en el caso de que no nos hayan respondido) creencias o deseos en función de esa base cultural. No le vas a preguntar a nadie si quiere ser dinosaurio. No tendria sentido, ¿no? La intención, por otra parte, se manifiesta en la acción. Pensé en sentarme y me senté. Tuviste la intención de sentarte y lo hiciste.
Los motivos.
Si te encuentras en la playa y quieres sumergirte en el agua pero no lo haces, se considera intencionalidad. Solo lo pensaste. Muchas veces recreamos millones de escenarios ficticios que seguirán siendo eso: ficción.
Ahora, si llegas a zambullirte en el agua, ejecutaste una acción. Entiéndase como una actividad consecuente con el área mental. La acción trae aparejado un motivo. Los motivos inciden en esta conexión entre lo que quiero y lo que hago. Decimos: ¨El discutió con ella por celos¨. Los motivos son las emociones que produjeron la acción, en este caso los celos y la intención es la misma discusión originada por los celos.
Representación e interpretación.
Para el análisis de la interpretación, tengamos en cuenta el desarrollo de una obra de teatro. La representación consiste en ver reflejada en la obra conceptos como la amistad, la fidelidad, es decir verbalizas o materializas el concepto al decir:
-Como se nota lo tan enamorados que están los protagonistas-.
La interpretación implica darle un sentido a la acción, o atribuir motivos a la persona que tuvo una intención clara. Para interpretar nos basamos en cómo actúan los personajes, como afloran sus emociones y cómo esas emociones son las responsables de su comportamiento final. ¨Sabia que resultaria siendo el villano de la historia por la envidia que demostraba tener¨.
¿Cómo interpretar mejor?
Entendiendo nuestro nivel perceptivo e interpretativo podemos extraer conclusiones más certeras del ambiente, y para ello debemos tener en cuenta los siguientes elementos:
Define qué no entiendes: Ciertas conductas no son bien entendidas por la confusión en la que se nos presenta. Si comes, se supone que querias comer, no es para que percibas desgana y apatia en cada cucharada. Antes de sacar conclusiones precipitadas, pregunta el por qué.
Auxiliate en los demás: El contexto y otras opiniones nos ayudan a complementar lo que vemos y creemos. Pide ayuda sino entiendes y también consejos sobre qué hacer.
Define qué entiendes: Solo hay una manera de qué estés en lo cierto. Corroborando. Si interpretas ese gesto como cansado y por tanto predispuesto negativamente para la conversación, diselo, lo mismo eso le ayuda a relajarse más.
Desfragmenta: Si todavía sientes que la persona está cansada, frente a su negativa de estarlo, comienza a indagar en lo que le sucedió por el camino, cuál es el ambiente familiar en el que se halla inmerso actualmente. Expón la ambigüedad de su lenguaje corporal. Si no te sientes cansado, ¿porque estás encorvado y tienes la mirada caída? El meollo del problema podría estarse originando inconscientemente, sin sospecha alguna.
Concéntrate: Presta atención a cada detalle, no solo lo que hace, sino también los motivos de porqué lo hace, o incluso qué emociones tiene que actúen de condicionantes negativos para no ¨hacerlo¨. Si te habla mucho de un tema que se aleja del verdadero problema puede esconder un deseo a no ahondar o a no socavar esas emociones ocultas.
interpretacion acontecimientos