Importancia de la libertad de elección
Libertad. Una palabra poderosa, un concepto que engloba muchas ideas y emociones. La libertad individual implica que podemos decidir autónomamente sobre los asuntos fundamentales de nuestra vida.
Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE) entre las acepciones de libertad se encuentra: facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.
Es un concepto que incluye muchos tipos de libertad y entre estas, la libertad de elección. Muchos dirian que es el único tipo de libertad que realmente existe para todos. Pero que tenga libertad de elección no quiere decir que tenga necesariamente libertad de acción, o sea la capacidad de actuar, ni que lo haga bien o en función de mis intereses.
A veces hasta se nos olvida que tenemos esta libertad, agobiados por todos los compromisos que vamos asumiendo, o porque preferimos la seguridad y la comodidad por encima de la vida que queremos.
Has pensado últimamente en cómo estas ejerciendo tu libertad de elección ¿Cuántas decisiones importantes tomas… digamos al año? ¿En qué área de tu vida impactan? La deliberación (analizar los pros y los contras) y las decisiones forman parte de la libertad de elección.
Si queremos crecer como personas necesitamos conocer que sustenta e impulsa nuestras decisiones o de lo contrario solo repetiremos automáticamente las mismas situaciones de siempre por el resto de la vida.
A la hora de tomar decisiones nos guiamos tanto por nuestra experiencia como por la de los demás, por lo que nos vemos arrastrados por las emociones. Ya sea que nos motiven o nos provoquen rechazo. Pero sea como sea estamos obligados a decidir (incluso si decides que no quieres decidir estás decidiendo). Si la toma de decisiones no es un proceso en el que estás constantemente involucrado significa que no estás progresando.
Evidentemente hay decisiones y decisiones. Es algo que hacemos diariamente, muchas ya son automáticas e inconscientes. Pero hay otras más importantes, en las que tienes que movilizar muchos recursos internos y externos. Es natural que el miedo sea una de las primeras emociones al enfrentarse a una decisión importante.
Solo que tenemos que estar atentos a la razón detrás de ese miedo. A la larga, si el miedo toma el control, puede paralizar y afectar la capacidad de la persona para discernir cual puede ser el mejor rumbo a seguir. Además de minar su autoconfianza. Elegir un comportamiento pasivo como no hacer nada con tal de sentirse seguro y tranquilo es contraproducente.
No hay forma de garantizar que las decisiones que se tomen van a resultar totalmente satisfactorias. Hay muchas variables involucradas y es imposible controlarlas todas. La oportunidad de cambiar se construye, no es algo de una sola vez.
Lo mejor es que la persona:
Una elección importante implica un cambio o más bien un conjunto de ellos. Asi que las personas pueden optar por dar el paso o quedarse como están. La mayoria de las personas hacen una simple operación donde ponen en una balanza por un lado, lo que cuesta cambiar (tiempo, energia, trabajo, riesgos, agobio) y por el otro, lo que va a costar continuar como se está. La mayoria de las veces se elige lo segundo porque no se enfocan en su valor.
A veces estamos tan involucrados en ciertas situaciones y por tanto tiempo que ya no las notamos, más bien actuamos en piloto automático. De esta forma no notamos la magnitud del daño o todo lo que abarca. Pero debemos preguntarnos ¿En qué nos limita esta situación? ¿Cuánto me está alejando de lo que realmente necesito?
Si tienes algo que te molesta, dándote vueltas por la cabeza, atormentándote al punto de que no puedes ignorarlo, un ejercicio aconsejable suele ser buscar información para visualizar el cambio lo más detalladamente posible. Esto no implica ningún compromiso y representa una ventaja:
Cada persona tiene su conjunto de valores que determinan sus prioridades. Los valores son nuestros principios, la brújula que usamos para guiarnos. Son la base fundamental a la hora de diseñar nuestra vida, o deberian serlo. Comprenderlos nos prepara para tomar mejores decisiones. Realmente no necesitamos más in