Etapas del aprendizaje

Aprender en un proceso innato en los seres humanos. Ha sido indispensable para sobrevivir. La ciencia se ha preocupado y ocupado de este proceso y nos ayuda a entender cómo funciona, los mecanismos y estructuras que lo componen, para poder mejorar y alcanzar nuestro potencial. Las personas pasamos por diferentes etapas de desarrollo, desde la infancia hasta la vejez, y cada una tiene sus necesidades especificas y sus mecanismos para enfrentar el aprendizaje.

En el coaching, ya sea el desarrollo de una habilidad, una nueva actitud, un cambio de comportamiento, o cualquier otra cosa que sea necesaria integrar en nosotros de forma permanente, también pasa por un proceso de aprendizaje.

Hace falta una actitud abierta y critica por parte del coachee, valorar lo que se quiere aprender, evaluar su utilidad, atribuirle nuevos significados. No tratar de adoptarlos irreflexivamente pues no durará.

El coach por su parte debe ocuparse de conocer a su cliente, sus necesidades y motivaciones. Y además descubrir los recursos y herramientas con que ya cuenta la persona, sus historias de éxito. De esta forma es más fácil conectar el nuevo conocimiento con el anterior. Debe crear el ambiente propicio para que explore nuevas formas de construir su realidad y los ejercicios siempre deben ser a la medida del cliente, relevantes para él.

Un ejemplo

Un ejemplo del papel que juega el aprendizaje, podemos verlo en lo que es la progresión social de la vida para muchas personas. Podemos decir que tenemos una etapa considerada puramente de aprendizaje que recoge nuestros años de formación, escolares y académicos. Donde debemos adquirir sobre todo la habilidad de aprender a aprender.

Luego de esa etapa pasamos a la fase laboral. Donde lo más importante suele ser ganar dinero ya que está asociado a independencia y libertad, a ser dueño de nuestro tiempo. Es una etapa con cierta expectativa, pero que a menudo se ve frustrada porque no se encuentra la valoración que se esperaba.

Para sobresalir en esta etapa laboral actualmente, no basta con estar bien informado y tener una buena preparación y un desempeño promedio. Es necesario ser experto en tu campo, verdaderamente competente y esto solo se consigue con un aprendizaje significativo continuo y con experiencia (práctica).

Si se consigue el éxito, o sea ser valorado no solo monetariamente sino ser reconocido, comenzamos a preocuparnos por nuestro legado. Igual muchas personas no piensan en eso, les basta con haber alcanzado la etapa anterior o no se han dado las condiciones para que piensen más allá. Se trata de desarrollar otro tipo de valor, menos egoista si se quiere. Aun así el aprendizaje está presente pues se tiene que canalizar creativamente todo lo aprendido para conseguir hacer una diferencia real, ya sea en una profesión o a nivel social.

Como última etapa podemos encontrar que muchas personas con este estilo de vida dedicado al constante aprendizaje consideran necesario ayudar a otras personas que recién comienzan. Orientar y aconsejar. Ya han conseguido sus metas, se sienten satisfechos y tienen el tiempo para apoyar a otros que están pasando por experiencias que ellos ya vencieron exitosamente. Un intercambio con el cual pueden seguir aprendiendo también.

Etapas del aprendizaje según Maslow

El aprendizaje es un proceso constante. Cada cosa nueva que haces te aporta un aprendizaje. Las personas que conoces, las experiencias más mundanas, cuando tienes que adaptarte a un cambio, cuando adquieres una habilidad, cuando realizas una actividad nueva. El cerebro está diseñado para aprender, pero como todo tiene su proceso.

Este proceso de aprender tiene varias etapas. Una de las propuestas más conocidas es del psicólogo Abraham Maslow, donde el aprendizaje de cualquier cosa pasa por 4 fases o etapas:

• Incompetente inconsciente: no sabes del tema, no lo has hecho antes, incluso no te das cuenta que necesitas ese conocimiento.

• Incompetente consciente: tomas conciencia de que necesitas aprender sobre el tema, se le presta interés y atención. Dedicamos recursos a la tarea.

• Competente consciente: realizas un esfuerzo consiente para desempeñarte correctamente. La práctica es fundamental y gracias a esta ya tienes buenos resultados.
  
• Competente inconsciente: ya se puede hacer la actividad con los ojos cerrados, o sea está completamente interiorizado y se obtiene un alto rendimiento.

Podemos ver que al pasar de una a otra etapa no solo mejoran los resultados sino la forma en que nos conducimos, más confianza y mejor rendimiento. Vamos de no saber nada del tema a ser competentes y a incorporar ese aprendizaje. Un aprendizaje que nos sirve para aplicarlo en otros ámbitos o futuras experiencias, y para transferirlo a otros también.

Si te fijas el objetivo de aprender como un estilo de vida, cada vez será más fácil aprender cosas nuevas, te tomará menos tiempo. El cerebro optimiza el proceso, de esta forma puedes utilizar muchos de los recursos y conocimientos que has adquirido, para aplicarlo a cada nuevo reto.

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