La escuela de psicologia cognitiva
El conocimiento para el cognitivismo es funcional. La cognición es la capacidad que tenemos para asimilar la información (los estimulos) y procesarlos (reconocerlos, almacenarlos, interpretarlos, organizarlos) para transformarlos en conocimiento. Esto se consigue mediante procesos cognitivos como percepción, atención, aprendizaje, memoria, pensamiento y lenguaje.
La ciencia cognitiva se encarga de estudiar como funciona la mente desde una perspectiva multidisciplinar en el que participan la neurociencia, la inteligencia artificial, la filosofia de la mente, la lingüistica, la antropologia y por supuesto la psicologia cognitiva.
La escuela de psicologia cognitiva o cognitivismo recoge una de las grandes teorias de la psicologia cuya influencia no solo se mantiene sino que continua evolucionando en la actualidad.
La corriente de pensamiento de esta escuela aplicada a las terapias de psicologia moderna nos permite ahondar en cómo los pensamientos impactan en nuestras acciones y estados de ánimo, e intenta corregir patrones defectuosos para experimentar cambios, conseguir autocontrol y estabilidad emocional.
Entre los principales exponentes de la escuela de psicologia cognitiva podemos encontrar FC Barlett, Donald Broadbent, Jean Piaget, Ulric Neisser, Jerone Bruner, Howard Gardner, Jeffrey Sternberg, Lev Vigotsky, Erickson o David Ausubel y Aaron T Beck padre de la terapia cognitiva, entre otros.
La psicologia cognitiva surgió en los años 50 y 60 del siglo XX como reacción a las carencias del conductismo, que aseguraba que la mente no podia ser estudiada mediante el método cientifico y que la conducta era resultado de las asociaciones dadas entre el estimulo y la respuesta.
Sus defensores sin embargo sostuvieron que las personas debian procesar los estimulos y compararlos con un esquema de conocimiento antes de llegar a una respuesta, por lo que el procesamiento que se hiciera del estimulo impactaba directamente en la conducta. Y que los estimulos nuevos se interpretaban según lo aprendido, pudiendo adaptar el esquema si era necesario. Defendiendo la existencia de procesos mentales internos no observables tales como creencias, deseos y motivaciones.