Transcripción No auma creencia ajena
Hay experiencias de vida que provocan una fuerte sacudida en las personas y que las hace cuestionarse su manera de actuar y pensar; eso significa, entre otras cosas, asumir un nuevo sistema de creencias pero este cambio de creencias no siempre es sencillo pues a veces vienen con nosotros heredadas del medio familiar o son reproducidas inconscientemente en la relación diaria con nuestro grupo más cercano, tomando así hábitos y comportamientos que no resultan útiles para nuestra vida y llegado el momento, si una persona quiere un avance personal tiene que replantearse verdades fundamentales que definen quién es y cuál es su lugar en el mundo; la respuesta, inevitablemente, pasa por analizar cuidadosamente su sistema de creencias.
Las creencias en nuestra vida
En las sesiones de trabajo el coach le va demostrando al cliente lo importante que es para su avance personal tener momentos de reflexión para descubrir de dónde viene su comportamiento y decidir si es hora de cambiarlo; y lo va guiando a través de técnicas que pone a su disposición, para que logre desarraigar ideas que ya no son útiles a su realidad, seleccionando desde su verdad personal un nuevo sistema de creencias, teniendo en cuenta que la realidad es siempre cambiante y variada, pues cada uno la observa desde las circunstancias que está viviendo.
Al ignorar esa dinámica natural se corre el riesgo de anular nuevas posibilidades de integrarse a la realidad generando resultados positivos y evitando vivir desde patrones repetitivos que la costumbre nos hace reproducir de manera automática.
Por eso el coach de vida ejercita a su cliente para que actúe de manera consciente y se aleje de los automatismos, prestando atención a ejemplos inspiradores de quienes, teniendo la misma circunstancia, tienen buenos resultados, demostrando así que se puede vivir diferente si se piensa diferente.
La etapa de crisis modelo
En el coaching profesional se conoce como etapa de crisis modelo al momento en que un cliente se ve atascado entre sus ideas que ya no son útiles en su realidad actual y lo que desea lograr para su vida, creándose un punto de giro que resulta emocionalmente denso para el cliente, requiriendo el acompañamiento especializado del coach pues al transitar por esta etapa el cliente se siente desesperado, necesita expresarse libremente y canalizar la tensión y angustia que la búsqueda de nuevas respuestas le genera.
En el proceso de trabajo el coach motivará al cliente a revisar su realidad actual en relación a sus metas del futuro y a definir cómo los elementos de esa realidad inciden en los resultados que obtiene.
El coach experimentado comprende que su cliente puede, durante esta etapa, sufrir estrés, ansiedad y además de aportarle recursos y herramientas que lo ayuden a solucionar su malestar, le anima a incorporar nuevos conocimientos y aprendizajes.
La revolución del modelo
Al poner en práctica una estrategia perso
creencias ajenas