Vitamina K. Propiedades
La vitamina K es un nutriente altamente necesario para el mantenimiento de patrones saludables en nuestro organismo, es por ello que ha sido considerada como una de las 13 vitaminas esenciales que existen. Sus características la hacen ser un nutriente liposoluble, lo que significa que tiene la capacidad de almacenarse en las grasas y órganos de nuestro cuerpo. Si bien es cierto que la deficiencia de vitamina K en una persona es un fenómeno poco común, es válido resaltar que dicha carencia podría originar graves afecciones para nuestra salud, sobre todo aquellas relacionadas con la capacidad de coagulación de nuestra sangre.
Durante el desarrollo de la presente guía, estaremos profundizando en algunos de los elementos más importantes relacionados con este tema. Para ello, repasaremos varios de los beneficios generales más significativos de la vitamina K, analizando aspectos como, cuáles son las fuentes más recomendadas para su adquisición y que efectos secundarios se encuentran aparejados a su hipersuplementación.
Beneficios generales de la vitamina K
Entre los múltiples beneficios generales que aporta la vitamina K, hay algunos que debemos destacar, por su alto impacto en la preservación de nuestra salud. La vitamina K tiene un gran impacto en la coagulación de nuestra sangre, gracias a ella podemos lograr reducir el sangrado y la aparición de hematomas. Sin una suficiencia alta de vitamina K, nuestra sangre perdería su capacidad de coagulación, lo que afectaría de forma considerable a una serie de procesos necesarios para la defensa y el cuidado de nuestro cuerpo.
En el caso de los adultos mayores, el consumo de vitamina K se encuentra asociado al fortalecimiento y el cuidado de sus huesos. Siendo esta una función muy necesaria para el mantenimiento de una buena calidad de vida durante la vejez.
¿Cómo adquirir vitamina K?
La fuente de adquisición de vitamina K más recomendada, al igual que con todas las vitaminas, es la de una alimentación correctamente balanceada y altamente nutritiva. Gracias al balance de los alimentos que ingerimos, es muy sencillo presentar buenos niveles de vitamina K en nuestro organismo. Son numerosas las fuentes de alimentos que son ricas en este nutriente, entre ella tenemos: el pescado, la carne de res, huevos, algunos cereales, el brócoli, la acelga, la col, la espinaca, el hígado, el perejil, entre otras.
Efectos por la hipersuplementación
Respecto a las cantidades adecuadas para el consumo de la vitamina K, se establece que en promedio entre 120 mcg para los hombres mayores de 18 años y 90 mcg para las mujeres mayores de 18 años, son cantidades suficientes para cumplir con los requerimientos diarios de su organismo. En los casos donde la edad sea inferior, lo más recomendado es que consulte a un especialista que pueda ajustar las dosis y adaptarlas a tus necesidades particulares.
Entre los efectos nocivos para la salud a causa del abuso en el consumo de la vitamina K, hay uno que destaca por su alta peligrosidad. Algunos estudios han relacionado el exceso en el consumo de este nutriente con la aparición de un fenómeno conocido como kernicterus, que se muestra como una especie de parálisis cerebral que afecta a los recién nacidos. Teniendo en cuenta que la vitamina K actúa sobre la coagulación de la sangre, también podría presentarse algunos daños hemolíticos y hepáticos.
Trabaja en una ingesta saludable de alimentos y evita el abuso en el consumo de este nutriente. Ten presente que las vitaminas son sustancias altamente poderosas y que causan efectos muy visibles, por lo que deben ser controladas con el fin de mantener niveles adecuados para nuestra salud y evitar los riesgos por su hipersuplementación.
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