El azufre es el tercer mineral más abundante en el organismo humano, solo superado por el calcio y el fósforo. Se encuentra incluido en el grupo de los macrominerales, siendo asi que su consumo se demanda en cantidades superiores al de los microminerales. Nuestro cuerpo necesita de este nutriente para llevar a cabo muchisimos procesos y funciones altamente importantes para nuestra salud, esto hace que el azufre sea considerado como uno de los minerales esenciales para nuestro organismo.
Nuestra piel, cabellos y uñas suelen contener altos niveles de azufre, de igual manera, podemos encontrarlo en zonas como las articulaciones y músculos. Es un componente activo dentro de muchas de las estructuras básicas de nuestro cuerpo, por lo que conocer más sobre este nutriente, nos permitirá entender el lugar que ocupa en nuestro cuerpo y la necesidad de satisfacer de forma constante las cantidades que demanda nuestro organismo para su normal funcionamiento.
Durante el desarrollo de la presente guia, profundizaremos más respecto a las propiedades y funciones que cumple este importante mineral. De igual manera, estaremos repasando cuáles son las cantidades recomendadas de este nutriente para nuestro organismo, las fuentes desde las que podemos adquirirlo y los perjuicios para nuestra salud de consumirlo en exceso.
El azufre es un nutriente que ofrece beneficios de amplio espectro para el cuidado de nuestra salud. Entre las funciones más importantes del este mineral se encuentran:
Entre otras funciones secundarias del azufre podemos encontrar: sus amplios beneficios en la reducción del estrés, mejora el estreñimiento, ayuda a combatir los procesos alérgicos y retrasa el envejecimiento de nuestro cuerpo.
El azufre puede ser obtenido de forma muy sencilla manteniendo una adecuada alimentación, rica y nutritivamente balanceada. Se encuentra presente en disimiles alimentos, tanto de origen animal como de origen vegetal. Entre los alimentos que presentan buenos indices de este nutriente en su composición, tenemos: cebolla, ajo, col, brócoli, huevo, queso, pescado, algunas carnes, trigo, frutos secos, entre otros.