La influencia del alcohol en el sueño
Independientemente de cuál sea tu edad o tu sexo, beber alcohol afectará de forma considerable a tus capacidades para conciliar el sueño. Muchas personas asocian al alcohol con una especie de calmante al que pueden acudir en momentos donde se encuentran estresados y necesitan relajarse un poco antes de ir a dormir. Este mal hábito, fundamentado en falsas creencias y falta de información al respecto, afecta la calidad del sueño de muchísimas personas que siguen acudiendo al consumo de esta sustancia como vía rápida para encontrar la calma en los momentos donde se encuentran excitados y no logran dormir.
Los efectos del alcohol en el sueño son bastante peculiares. Contrario al consumo de otras sustancias como la cafeína o las bebidas azucaradas, el alcohol si logra hacernos dormir de manera rápida. La trampa del alcohol empieza a hacer efecto una vez que nos hemos quedado dormidos, donde toda la estructura de nuestro sueño se verá afectada, imposibilitando que podamos alcanzar el sueño profundo y reparador.
Durante el desarrollo de la presente guía estaremos analizando algunos de los aspectos más importantes relacionados con este tema, de forma tal que podamos ahondar en los conocimientos que tenemos respecto a la influencia de determinadas sustancias en la calidad de nuestro descanso, desmitificando así algunos aspectos concernientes al alcohol y su impacto en nuestro sueño.
De sedante a estimulante
El alcohol se comporta como un sedante potente durante la primera fase de sus efectos, es por ello que al ingerir grandes cantidades de bebidas alcohólicas, nos invade una sensación de sueño profundo que nos invita a ir a dormir. Esto es lo que provoca que muchas personas se queden con la idea errónea de que el alcohol puede ser utilizado para calmarnos y lograr conciliar el sueño. El problema de este uso del alcohol, es que si bien es cierto, que en la etapa inicial del consumo de alcohol, el alcohol se comporta como sedante, una vez que es metabolizado por el organismo humano pasa a comportarse como un poderoso estimulante.
Cuando los niveles de alcohol disminuyen en nuestro organismo, se suelen suscitar una serie de cambios dentro de nuestro cuerpo, que impiden que podamos dormir profundamente. Consecuentemente podemos llegar a despertarnos y dar muchas vueltas en la cama antes de lograr quedarnos dormidos nuevamente. La producción de orina también aumentará, ya que el alcohol es un diurético. De igual manera, veremos un incremento notable en nuestros ronquidos a raíz del efecto de relajante muscular que el alcohol provoca en nuestras vías respiratorias.
Evita el alcohol antes de ir a dormir
Está claro que el alcohol es una sustancia muy dañina para nuestra salud, por lo que en cualquier caso, lo mejor es no
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