El Pensamiento Obsesivo como Motor de la Ansiedad
La Mente Atrapada en un Círculo
Si tuviéramos que señalar un componente clave y universal de la ansiedad, este sería sin duda el pensamiento obsesivo.
Este patrón mental es el verdadero motor que mantiene la ansiedad en marcha, atrapando a nuestra mente en un círculo vicioso.
Es un proceso tan agotador que probablemente has invertido una gran cantidad de esfuerzo intentando detenerlo, generalmente sin mucho éxito.
Comprender su naturaleza es el primer paso para poder aprender las técnicas que finalmente te permitirán gestionarlo eficazmente.
Definiendo el Pensamiento Obsesivo
El pensamiento obsesivo se define como el acto de repasar una y otra vez los mismos miedos o preocupaciones en tu mente.
Es un proceso mental en el que te quedas atascado, dándole vueltas al mismo problema sin llegar a ninguna solución real.
Un ejemplo claro ocurre al despertar por la mañana, cuando en cuestión de segundos tu cerebro se aferra a una preocupación.
Aunque a la luz del día esa preocupación pueda parecer poco importante, en ese momento domina todo tu estado mental.
La Paradoja del Pensamiento Obsesivo: Amenazas Imaginarias, Reacciones Reales
La gran paradoja es que tu cuerpo reacciona a estos pensamientos obsesivos como si se tratara de una amenaza inminente y real.
Si estuvieras en una verdadera emergencia, tendría sentido que tu cuerpo estuviera en un estado de lucha o huida para sobrevivir.
Sin embargo, cuando sufres de ansiedad, tu cuerpo responde de la misma manera mientras estás seguro en tu cama o en tu casa.
Tu organismo no diferencia entre el miedo a un peligro real y el miedo generado por un pensamiento, activando la misma respuesta fisiológica.
El Pasado y el Futuro como Territorio Obsesivo
El pensamiento obsesivo casi siempre se enfoca en dos territorios temporales sobre los que no tenemos ningún control directo: el pasado y el futuro.
Nos obsesionamos con el pasado, lamentando conversaciones o incidentes y repasando mentalmente todo lo que creemos que hicimos mal.
A su vez, esta obsesión con el pasado se conecta con una preocupación constante sobre las posibles consecuencias futuras de dichos eventos.
También nos obsesionamos directamente con el futuro, intentando controlar un resultado que todavía no ha sucedido y que es incierto.
Este intento de funcionar en el presente mientras mentalmente estás en el futuro es un proceso de pensamiento defectuoso que genera muchísima ansiedad.
La Inutilidad de la Lucha Directa
Intentar luchar directamente contra tus pensamientos obsesivos o simplemente decirte a ti mismo "para ya" no suele funcionar en absoluto.
Tu mente puede compararse con un caballo salvaje; si intentas dominarlo por la fuerza, solo conseguirás que se resista y luche con más intensidad.
La única manera de calmar a este "caballo salvaje" no es a través de la lucha, sino a través de la observación calmada y la aceptación.
En lugar de pelear, debes aprender a observar tus pensamientos sin juzgarlos, permitiendo que lleguen y se vayan sin aferrarte a ellos.
Resumen
El pensamiento obsesivo es el motor principal de la ansiedad. Se define como repasar repetidamente los mismos miedos y preocupaciones. Aunque son imaginarios, el cuerpo reacciona como si fueran reales.
Este pensamiento se enfoca en el pasado y en el futuro, dos momentos sobre los que no tenemos control. Nos obsesionamos con errores pasados o con resultados futuros que no han ocurrido.
Luchar contra estos pensamientos no funciona. En vez de combatirlos, la clave es observarlos con calma. Al permitir que lleguen y se vayan, se reduce su poder y se puede gestionar la ansiedad.
el pensamiento obsesivo como motor de la ansiedad