Consejos para confinamiento digital saludable en familia con niños/as y adolescentes
Reconocer el Nuevo Contexto (Flexibilidad sin Caos)
Un contexto de confinamiento o una situación donde la familia pasa un tiempo extraordinario en casa (como una cuarentena o unas largas vacaciones por enfermedad) redefine por completo el papel de la tecnología.
Las pantallas dejan de ser solo "ocio" y se convierten en la herramienta principal de socialización, educación y trabajo.
Por tanto, la primera regla es la flexibilidad: las normas habituales sobre el "tiempo de pantalla" no pueden ser las mismas.
Es irreal y contraproducente. Sin embargo, flexibilidad no significa caos.
El objetivo es un confinamiento "saludable", lo que implica que la tecnología debe ser una aliada y no una fuente de conflicto.
Los padres deben relajar las normas de tiempo, pero endurecer las normas de contenido y uso.
Se debe diferenciar el tiempo de pantalla "pasivo" (ver series) del "activo" (crear, aprender) y, sobre todo, del "social" (videollamadas con amigos o familia), que es esencial para la salud mental del menor.
La Importancia de las Rutinas y los Espacios Físicos
Cuando el hogar se convierte en colegio, oficina y patio de recreo, la única forma de mantener el bienestar es mediante rutinas claras. El cerebro necesita previsibilidad.
Se debe mantener una estructura lo más parecida posible a la vida normal: establecer horas fijas para levantarse, vestirse (evitar el pijama todo el día), para las tareas escolares, para el ocio digital y para la desconexión total.
Es vital delimitar los espacios. Igual que no se debe trabajar en la cama, el menor no debería hacer sus clases online o jugar desde su habitación todo el día.
Se debe intentar que el "colegio" ocurra en un espacio (ej. el salón o el escritorio) y que el "ocio" ocura en otro, y que el dormitorio se preserve, en la medida de lo posible, solo para el descanso.
Esto ayuda al cerebro a desconectar y protege el sueño.
Supervisar Contenidos y Fomentar la Desconexión Analógica
Durante un confinamiento, los riesgos digitales (ciberacoso, grooming, acceso a contenidos inapropiados) se disparan, ya que los menores están más tiempo online y con menos supervisión.
Los padres deben incrementar la supervisión de los contenidos: activar controles parentales robustos, interesarse por los juegos a los que juegan y mantener un diálogo constante sobre los riesgos.
Pero el consejo más importante es planificar activamente la desconexión. El cerebro necesita "aburrirse" y descansar de los estímulos digitales.
La familia debe programar actividades analógicas: jue
consejos para confinamiento digital saludable en familia con ninos as y adolescentes