La rutina para una adecuada noche de sueño

La rutina para una adecuada noche de sueño

Una de las formas más eficientes para conciliar un sueño profundo y duradero es establecer una rutina adecuada, basada en hábitos organizativos, donde favorezcamos la creación de una serie de condiciones básicas que nos ayuden a descansar placenteramente. Nuestras rutinas deben ser creadas con el fin de aportar cierto orden y disciplina que nos haga contar con el tiempo suficiente para dormir la cantidad de horas que demanda nuestro organismo. De igual manera, estas horas de sueño deben ser de calidad, por lo que el medio y las condiciones a las que llegamos a la noche son fundamentales para conseguir este fin.

Durante el desarrollo de la presente guía estaremos abordando algunos de los temas fundamentales que giran en torno a los hábitos organizativos y la calidad de nuestro sueño, con el fin de que puedas incorporar nuevos conocimientos que te ayuden a crear tus propias rutinas para una adecuada noche de sueño.

Mantén el orden en tu habitación

En muchas ocasiones no valoramos la importancia que tiene el orden en nuestro bienestar mental. Una habitación ordenada, donde se cuide la higiene y se creen las condiciones básicas para el descanso, será recibida de forma grata una vez que nos dispongamos a descansar. Cuidar el orden en la habitación implica también velar porque la misma esté acondicionada adecuadamente.

Entre las medidas básicas que debes tomar en cuenta se encuentra la eliminación de cualquier fuente de luz natural o artificial que pueda interrumpir o afectar la calidad de tu sueño, poseer almohadas suaves y confortables para el descanso, cuidar porque tu cama se encuentre en buenas condiciones y no sea incómoda una vez te acuestes en ella, eliminar cualquier ruido que entorpezca el descanso y prever que cuentes con colchas o sábanas en caso de que las temperaturas sean bajas.

Intenta apreciar a la habitación en la que duermes como una de las más importantes de tu hogar, ya que esta es de las que juega un papel primordial en el cuidado de tu salud y en la reposición de las energías que necesitarás para enfrentar las tareas del día siguiente.

No ocupes tu mente en las noches

Una vez que cae la noche, debes procurar que tu tiempo sea empleado en relajarte y distraerte con temas triviales. Los malos hábitos de trabajar en las noches o de discutir sobre temas estresantes que amenacen tu tranquilidad, deben ser dejados a un lado. Cuando hacemos actividades excitantes en las noches aumentamos nuestra actividad cerebral, por lo que resulta más complejo que podamos relajarnos y conciliar el sueño profundo.

Si se presenta alguna actividad de trabajo o tema que requiera de un análisis profundo, intenta agendarlo para el día siguiente. No solo estarás con más fuerza para atender los problemas serios en la mañana, también respetarás tu tiempo de descanso.

Organiza tu día para que cuentes con tiempo en la noche

En la mayoría de las ocasiones, la falta de tiempo para descansar o relajarnos se debe sobre todo a la mala organización y aprovechamiento de nuestro tiempo durante el día. Es entendible que muchos de nosotros no podemos dormir hasta largas horas porque debemos cumplir con ciertas tareas en horas tempranas de la mañana. Esto no es excusa para no poder organizarte y descansar al menos unas 8 horas diarias.

Aprovechar tu jornada matutina te garantizará que puedas descansar lo antes posible. Descansar, en este caso, no debe ser visto solamente como el momento en el que nos tendemos en la cama y nos disponemos a dormir, sino como nuestro momento de relajación, en el que le damos descanso a nuestro cerebro y nos preparamos para el día siguiente.

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