Lucha contra el envejecimiento: atención médica

El proceso de envejecimiento trae consigo el aumento de los factores de riesgos en una gran cantidad de enfermedades. Estas enfermedades son las causantes de que la calidad de vida de las personas decaiga de forma significativa según van avanzando en la vejez. Casi todas las enfermedades pueden ser mitigadas de forma significativa si son detectadas en una etapa temprana de su evolución. Dicho esto, la atención médica juega un papel importante en cómo llevaremos a cabo los años de nuestra vejez, ya que si bien es cierto que los factores que intervienen en la degradación de nuestro cuerpo son factores naturales e inevitables, mantener un buen cuidado de nuestra salud nos permitirá vivir placenteramente por más tiempo.

Durante el desarrollo de la siguiente guía estaremos analizando el tema de la atención médica y su impacto durante la etapa de la vejez.

Crear el hábito de chequear nuestro estado de salud

La atención médica es una parte importante en la lucha contra el envejecimiento. Con un adecuado control médico sobre nuestra salud, podemos prevenir la complicación de enfermedades relacionadas al envejecimiento. Para ello se requiere crear hábitos de chequeos rutinarios, donde nos sometamos a la evaluación de especialistas que determinen nuestro estado de salud y efectúen recomendaciones sobre cómo afrontar determinados padecimientos que son naturales a la edad.

Entre los chequeos más importantes se encuentran los de presión arterial, ya que las enfermedades cardiovasculares encuentran su máximo apogeo durante la tercera edad. A su vez, llevar a cabo chequeos rutinarios de glucosa para controlar un posible desarrollo de enfermedades como la diabetes; debemos incluir además la realización de pruebas para detectar el cáncer en etapas tempranas, ya que algunos de estos como el de próstata o el de mama también tienen grandes apariciones durante la tercera edad. Por último, un chequeo que no debemos descartar es el referente a nuestra salud mental, muchas de las enfermedades mentales pueden ser ralentizadas si son detectadas de forma temprana.

Se recomienda también extender esta práctica al cuidado de nuestros dientes y nuestra piel. Parecen ser elementos complementarios, pero son puntos estéticos de gran peso a la hora de configurar la imagen que proyectamos, por lo que incidirán en nuestra autoestima y autopercepción.

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El proceso del envejecimiento se desarrolla de forma progresiva, esto hace que no nos demos cuenta con prontitud de cuándo nos encontramos en un momento de nuestra vida donde ya nos identificamos como un anciano. Muchas personas evitan sentirse como ancianos y mantienen una actitud que nos es recomendable para la edad que presentan. Esto no implica que nuestra edad deba regir nuestra forma de proyectarnos o las cosas que deseamos hacer, solo que hay acciones que si bien son dañinas a cualquier edad, ya en la vejez son mucho más perjudiciales.

El hecho de estar lidiando con la vejez debe motivarnos a entender cómo funciona nuestro cuerpo a esta edad. Sustancias como el alcohol o el tabaco son mucho más riesgosas según aumenta nuestra edad. Exponernos al frío, ingerir comidas de baja calidad, el sobrepeso, el sedentarismo, son de esas prácticas que una vez que arribamos a determinada edad pueden derivar en complicaciones severas para nuestra salud.

Mantente informado y comienza a aceptarte, entendiendo las particularidades y características que presenta tu organismo. Piensa que por lo general, no te estás limitando de nada que necesite tu cuerpo. Todas las prácticas saludables lo son a cualquier edad. Son justamente las acciones dañinas para tu organismo las que debes apartar de tus rutinas diarias, todo con el fin de que puedas preservar un mejor estado de salud y evitar la aparición de enfermedades que deteriorarán tu calidad de vida de forma significativa.

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