Ghosting y abandono intermitente
La retirada unilateral como agresión
Aunque el término Ghosting se asocia popularmente a las aplicaciones de citas, en el contexto de una relación de abuso es una táctica de crueldad emocional y agresión pasiva.
Consiste en desaparecer de la vida de la pareja o cortar la comunicación de manera abrupta y sin explicación alguna.
No es simplemente dejar de hablar; es una retirada unilateral que niega a la víctima el derecho a réplica o al cierre (closure).
El "fantasma" ejerce un control total sobre la narrativa y la interacción, priorizando su comodidad y evitando cualquier confrontación, mientras deja al otro en un abismo de incertidumbre.
El bucle obsesivo y la autoculpabilidad
El impacto psicológico de esta desaparición es severo. La falta de explicación genera en el cerebro de la víctima un "bucle abierto": la mente humana necesita resolver ambigüedades, y ante el silencio, entra en un estado obsesivo buscando una causa lógica.
Esto desencadena una espiral de autoculpabilidad y disonancia cognitiva. La víctima se pregunta compulsivamente "¿qué hice mal?", "¿dije algo ofensivo?", internalizando el rechazo como un fallo propio.
Además, se genera una sensación de "desechabilidad": sentir que no se era digno ni siquiera de una despedida golpea directamente la autoestima y valida las inseguridades implantadas previamente.
Condicionamiento y el regreso del "zombie"
En la violencia psicológica, el Ghosting a menudo no es el final, sino una táctica intermitente de castigo y condicionamiento.
El agresor desaparece por días para generar pánico y desesperación, y luego regresa como si nada hubiera pasado (a veces llamado zombieing).
Este retorno sin disculpas enseña a la víctima a aceptar "migajas" de atención y a vivir con un miedo constante al abandono.
Al volver, la víctima está tan aliviada de que él no se haya ido para siempre que no le reclama su ausencia, aceptando implícitamente que él tiene el derecho de irse y volver cuando quiera, consolidando así el desequilibrio de poder en la relación.
Resumen
En el abuso, el Ghosting es una retirada unilateral y agresiva destinada a castigar; el agresor corta la comunicación abruptamente sin explicación, ejerciendo un control total y dejando a la víctima en un abismo de incertidumbre.
El silencio genera un "bucle abierto" obsesivo en la mente de la víctima, desencadenando una espiral de autoculpabilidad donde internaliza el rechazo como un fallo propio, sintiéndose desechable y dañando gravemente su autoestima.
A menudo el agresor regresa sin disculpas para reiniciar el ciclo; este retorno alivia el pánico de la víctima, condicionándola a aceptar migajas de atención y consolidando el desequilibrio de poder mediante el miedo al abandono.
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