El Modelo SPEM: Una Alternativa Dinámica a SMART
Más Allá de la Lógica: Cuando los Objetivos Necesitan Alma
La metodología SMART es una herramienta excepcional para dotar de estructura y claridad a nuestros objetivos.
Sin embargo, su enfoque, eminentemente lógico y pragmático, a veces puede resultar un poco frío o poco inspirador para ciertas personalidades.
En ocasiones, cumplir con todos los criterios de SMART no es suficiente si el objetivo carece de una chispa emocional que nos impulse a la acción.
Para complementar esta necesidad, existen modelos alternativos como el modelo SPEM, que se centra en los aspectos motivacionales y emocionales del establecimiento de metas.
Este enfoque no busca reemplazar a SMART, sino enriquecerlo, asegurando que nuestros objetivos no solo estén bien planificados, sino que también estén cargados de la energía y la pasión necesarias para superar los inevitables desafíos que encontraremos en el camino.
Un objetivo SPEM es aquel que resuena con nuestra parte más profunda, convirtiéndose en una fuente de inspiración constante.
S de "Scary" (Desafiante): Saliendo de la Zona de Confort
La primera letra del acrónimo, la "S", significa Scary, que se traduce como aterrador o, de forma más constructiva, desafiante.
Un objetivo verdaderamente transformador debe sacarnos de nuestra zona de confort.
Debe generar una ligera sensación de vértigo, esa pregunta interna de "¿seré realmente capaz de lograr esto?".
Esta sensación de miedo no es una señal para detenerse, sino una indicación de que estamos apuntando lo suficientemente alto como para crecer.
Los objetivos que se sienten demasiado cómodos y seguros rara vez nos inspiran a dar lo mejor de nosotros mismos.
En cambio, un objetivo que nos desafía activa nuestro potencial, nos obliga a aprender nuevas habilidades y a desarrollar una mayor resiliencia.
La clave es que el miedo sea estimulante, no paralizante.
Es el tipo de desafío que, aunque intimida, también nos emociona con la posibilidad de superarnos a nosotros mismos.
P y E de "Positivo" y "Excitante": La Energía del Deseo
Los siguientes dos componentes, la "P" de Positivo y la "E" de Excitante (o Emocional), se centran en el poder del lenguaje y la emoción.
Un objetivo debe estar siempre formulado en términos positivos.
Nuestro cerebro responde mucho mejor a lo que queremos lograr que a lo que queremos evitar.
En lugar de "dejar de comer comida basura", un objetivo positivo sería "nutrir mi cuerpo con alimentos saludables y energéticos cinco días a la semana".
Además, el objetivo debe ser genuinamente excitante. Debe encender una llama de entusiasmo en nuestro interior.
Esta conexión emocional es el combustible que nos mantendrá en marcha cuando la motivación inicial decaiga.
Un objetivo que no nos emociona es simplemente una tarea más en nuestra lista de quehaceres.
Para saber si una meta es excitante, debemos conectar con cómo nos sentiremos al alcanzarla.
Si la visualización de ese futuro nos llena de alegría y energía, entonces hemos encontrado un objetivo con el poder de impulsarnos hacia adelante.
M y V de "Mensurable" y "Visual": Anclando el Sueño en la Realidad
Finalmente, para que el objetivo no se quede en una simple fantasía, necesitamos anclarlo en la realidad.
Aquí es donde el modelo SPEM se cruza con SMART.
La "M" significa Mensurable, un criterio esencial para poder seguir nuestro progreso de forma objetiva y saber cuándo hemos alcanzado la meta.
Sin medición, no hay una clara sensación de avance, lo que puede ser desmotivador.
La "V" de Visual (a veces integrada en la "E" de excitante) subraya la importancia de poder crear una imagen mental vívida de nuestro éxito.
Nuestro subconsciente trabaja con imágenes y sensaciones.
Ser capaces de visualizar con detalle cómo nos vemos y sentimos al haber logrado nuestro objetivo es una de las herramientas de motivación más poderosas que existen.
Esta imagen mental actúa como un imán, atrayendo nuestras acciones y decisiones hacia su consecución.
La creación de un tablero de visión (vision board) con imágenes que representen nuestros objetivos es una forma práctica de potenciar este efecto.
Al combinar el desafío (S), la positividad (P), la emoción (E), la medición (M) y la visualización (V), creamos metas que no solo son planes lógicos, sino también misiones inspiradoras.
Resumen
La metodología SMART es lógica, pero a veces puede resultar poco inspiradora. El modelo SPEM complementa esta estructura centrándose en los aspectos motivacionales y emocionales, asegurando que nuestros objetivos estén cargados de la pasión necesaria para superar desafíos.
La "S" de Scary (Desafiante) nos recuerda que un buen objetivo debe sacarnos de nuestra zona de confort. Esta ligera sensación de miedo no es una señal para detenerse, sino una indicación de que estamos apuntando lo suficientemente alto.
Las letras "P" (Positivo) y "E" (Excitante) se centran en la energía del deseo. El objetivo debe formularse en términos positivos y, lo más importante, debe generar un entusiasmo genuino que actúe como combustible emocional para el viaje.
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