Técnicas para que la audiencia recuerde tu mensaje
Todo orador desea que su audiencia sea capaz de recordar su discurso tiempo después de haberlo escuchado. Esto garantiza que el mensaje transmitido pueda ser más efectivo y que resulte de utilidad, una vez que ha terminado la presentación realizada por el orador. Lo cierto, es que en la mayoría de las ocasiones, el porcentaje de lo recordado por el público en comparación a la cantidad de ideas expuestas en el discurso, es significativamente bajo.
Todo esto conlleva a que los oradores más experimentados, acudan a técnicas y recursos con el objetivo de que la audiencia recuerde el mensaje central con mayor facilidad, aunque termine olvidando algunos aspectos complementarios de menor importancia.
Durante el desarrollo de la presente sesión, estaremos abordando algunos de los aspectos generales más importantes relacionados con este tema. Esto te resultará de utilidad si deseas perfeccionar tus discursos para que estos impacten de mejor manera en la audiencia, logrando una mayor retención de tu mensaje.
Enfatiza las ideas principales: Uno de los factores que más atenta contra la retención del mensaje por parte de la audiencia, es la dificultad para identificar las ideas principales del discurso. Cuando añadimos historias o elementos decorativos a nuestro discurso, se puede disociar la atención del público hacia elementos secundarios de menor importancia. Esto no implica que los elementos decorativos no sean importantes, sino que debemos resaltar dónde queremos llamar la atención de nuestra audiencia.
Son muchas las maneras en las que podemos resaltar las ideas principales del discurso. Si vas a usar diapositivas puedes hacer uso de las mismas para enumerar cuáles son los puntos claves que deseas transmitir. En caso de que tu ponencia no cuente con este tipo de recurso, apóyate en tu presentación inicial para enumerar los puntos claves que serán abordados.
Limita la cantidad de ideas principales: Otro de los errores más comunes a la hora de abordar un discurso, es querer abarcar muchos puntos de interés en una sola presentación. Mientras más ideas principales contenga tu discurso, más difícil será comunicar un mensaje que pueda ser recordado posteriormente por la audiencia. Lo recomendado aquí seria, que límites la cantidad de ideas principales a un máximo de 3 ideas. Esto te ayudará a centrar la atención de la audiencia en los aspectos claves, sin derivar en elementos que no son trascendentales o no aportan valor alguno al discurso.
El resumen: El resumen es el momento de nuestra ponencia donde repasamos los elementos abordados, para que puedan ser asimilados por la audiencia con mayor facilidad. En caso de que parte de nuestro público haya distraido su atención durante la ponencia, podrá recibir el contenido condensado antes de que culmine la presentación y realizar anotaciones si lo considera necesario.
El resumen se incorpora en las conclusiones del discurso, siendo una de las partes fundamentales de este, ya que actúa como una comprobación para que la audiencia verifique si el mensaje que ha recibido es el que el orador desea comunicar.
Elaborar un resumen puede ser más complejo de lo que creemos, ya que tendrás que transmitir en pocos minutos una cierta cantidad de información, para la que has precisado de toda una presentación.
Dicho esto, tendrás que hacer uso de tus habilidades para sintetizar el contenido y discernir cuáles son los aspectos más relevantes de este. Haciendo uso de este elemento, es más probable que nuestro mensaje sea retenido con mayor facilidad, ya que logramos comunicar las ideas principales por segunda vez, pero de una forma más simple y sencilla de entender.
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