Practica la autocritica
En el trabajo del profesional de la palabra, a menudo la imaginación supera los resultados reales, ya que para hacer realidad nuestros sueños, se requiere no solo vocación, sino también formación y entrenamiento.
Al experimentar un fracaso y sentirse desalentado, no está manteniendo una actitud profesional, pues solo a través del equilibrio emocional se pueden rectificar errores, aprovechar nuevas oportunidades y avanzar con la alegría necesaria para lograr una carrera larga y exitosa.
El avance profesional saludable: En profesiones como la del comunicador, que cuenta con múltiples perfiles, los halagos pueden tener un efecto negativo, ya que a menudo no están respaldados por un conocimiento profundo sobre la profesión y se centran únicamente en lo que se ve o se escucha. Los halagos pueden aumentar la autoestima y motivar a asumir nuevos desafíos, un comunicador inteligente sabe valorarlos en su justa medida, ya que darles demasiado peso puede ponerlo en una posición desfavorable, haciéndolo creer que todo está bien.
Durante las primeras etapas de su carrera, un comunicador puede sentir una fuerte pasión y deseo por avanzar, lo que a veces lo lleva a aceptar propuestas para las cuales aún no está preparado. Es solo con el tiempo y la práctica diaria que se descubren los secretos del oficio. Sin embargo, la proporción adecuada de modestia y autoestima favorecen el avance profesional saludable.
Las personas que son excesivamente autocríticas pueden sufrir consecuencias dañinas, ya que esta actitud puede hacer que se sientan incapaces de superar sus errores y piensen que no son aptas para este trabajo. Esta mentalidad puede llevar a experimentar emociones negativas que dificultan el aprendizaje y la capacidad de intentarlo nuevamente, lo que a menudo conduce a la derrota.
Entrenamiento provechoso: Una forma efectiva de aprender a manejar la autocritica es mediante la grabación en video del trabajo y su posterior publicación, para recibir comentarios tanto positivos como negativos, lo que permite mejorar al identificar los errores. Al tomar en cuenta los comentarios de los demás, puede formarse una valoración más precisa basada en los aspectos técnicos, lo que ayuda a desarrollar una visión profesional de cómo se debe realizar el trabajo.
Realizando este ejercicio de manera regular, el comunicador puede aprender a no tomar las críticas como una agresión personal. Esto es especialmente importante para aquellos que están comenzando en la profesión, ya que es común cometer los mismos errores. Al observar los errores de uno mismo y de sus colegas, el comunicador se fortalece y se aleja de la mentalidad perfeccionista, que solo causa desgaste.
Para asegurar que la autocritica no sobrepase los límites saludables, el comunicador debe:
- Ser consciente de la etapa profesional en que se encuentra, para no exigirse demasiado y tener metas realistas.
- Entender que el propósito de la autocritica es identificar los errores para mejorar, no culparse.
- Autocriticarse en el momento adecuado, pues hay situaciones en las que la sensibilidad es mayor y puede resultar dañino para uno mismo.
- Enfocar su energía en encontrar soluciones para los errores cometidos, en lugar de sentirse abrumado por ellos.
- Evitar confundir el resultado de su trabajo con su valor personal, y mantener en perspectiva los diferentes aspectos de su vida personal y profesional.
- No caer en el perfeccionismo, ya que la perfección es sólo un referente, y los buenos resultados profesionales se logran con entrenamiento y constancia.
Cultivar una actitud equilibrada: Una autocritica saludable es beneficiosa para un comunicador, ya que lo aleja del conformismo, fomentando una actitud receptiva hacia la evaluación del trabajo, para perfeccionarlo. Los nuevos comunicadores a menudo pueden sentir que no tienen mucho que aportar y utilizan la autocritica, como un recurso para obligarse a aprender más.
Los nuevos talentos, con práctica diaria y respeto, reciben siempre el apoyo de los ya consagrados, que agradecen su frescura y sus nuevas ideas, porque dan a la profesión un aire renovador.
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