Organización del discurso
Un discurso bien organizado puede marcar la diferencia entre un mensaje de calidad y otro que recibe críticas y señalamientos.
Es importante tener una estructura clara en un discurso. Esto nos permite prestar atención a detalles adicionales, como el lenguaje corporal, el tono de voz y los gestos que complementen lo que estamos transmitiendo. Al prestar atención a estos detalles, la estructura del discurso se vuelve más clara y fácil de seguir.
Por tanto, es importante enfocarse en memorizar, practicar y repetir las pautas claves del discurso para lograr una presentación fluida y natural.
Evita: Al presentar un enigma en tu discurso y revelar la información poco a poco, Organiza tu discurso y mide los tiempos para saber qué decir en cada momento. Evita, ante todo:
- El uso de muletillas como “ehm”, “este” o “o sea”, ya que pueden distorsionar el contenido y restarle fuerza a tu mensaje.
- Palabras despectivas o denigrantes que dan a entender una actitud homofóbica, racista, clasista, etc.
- El uso innecesario de adjetivos y frases que desvíen la atención hacia datos innecesarios que no aportan al mensaje. Tenlo claro “menos es más”.
A tener en cuenta en la introducción: Para la introducción tendremos en cuenta una serie de pasos:
- Presentar o saludar: Al presentarnos ante un público desconocido, es esencial hacerlo de manera directa y breve. Este momento inicial, aunque pueda parecer un detalle menor, es una oportunidad valiosa para causar una buena primera impresión y no debe ser desperdiciada. La atención se centrará en palabras tan simples como ¨Hola, soy el doctor Luis Sánchez. Encantado de estar aquí hoy con ustedes¨.
- Busca un balance entre el profesionalismo y la familiaridad. Mantén la sonrisa, y lleva de memoria la frase inicial. Cada detalle cuenta.
- Demostrar que eres humano y que tienes emociones ayuda a crear una primera impresión positiva. Es importante expresar cómo te sientes y mostrar gratitud.
- Sin embargo, en algunos casos, para hablar sobre temas sensibles como la homofobia o la violencia, puede ser necesario adoptar un tono más serio o triste. Al concluir, puedes utilizar emociones positivas para referirte a las medidas o soluciones que podemos emplear. Así superamos las dificultades y cerramos el ciclo de manera satisfactoria.
A tener en cuenta en el desarrollo: En el desarrollo, asegúrate de incluir:
- La presentación de las ideas principales: Estas deben ser generales y esenciales para entender el objetivo del discurso. Al mencionar el tema principal, preparas a los oyentes para lo que viene a continuación.
- Argumentos, historias o datos científicos que estén directamente relacionados con las ideas principales. Por ejemplo, si el tema principal es la lucha contra la homofobia, enfócate en presentar información relevante a este tema y evita mencionar otros asuntos no relacionados, como el cuidado del medio ambiente.
A tener en cuenta en las conclusiones: Al final de tu discurso:
- Resume las ideas principales con las que iniciaste el discurso.
- Cambia el enfoque. Por ejemplo, si comenzaste diciendo “Nos proponemos analizar a fondo la homofobia y su impacto psicológico en personas con orientaciones sexuales determinadas”, puedes concluir diciendo: “Hemos analizado los elementos perjudiciales que produce la homofobia en nuestra vida”.
- Asegúrate de haber cumplido el objetivo que te propusiste al inicio del discurso.
- Agradece a los presentes por su participación y escucha activa.
- Explica que emociones experimentaste.
- Dirige la atención hacia acciones concretas que se puedan tomar para cumplir el objetivo del discurso.
- Proporciona una reflexión que deje una impresión duradera en el público y que pueda producir un cambio positivo en su forma de pensar o actuar.
- Despídete con una frase bien elaborada y memorable, similar a la que utilizaste al inicio.
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