La lectura en los discursos de aceptación
La lectura es un recurso muy utilizado durante la exposición de un discurso. Este tipo de acto comunicativo puede llegar a ser muy extenso o contener grandes cargas de información. Para ello se emplean diversas técnicas, con el fin de no perder la conexión con la audiencia en los momentos en los que estamos leyendo. En el caso de los discursos de aceptación, leer puede ser un método complejo de utilizar, ya que estos discursos suelen presentar un lenguaje más natural, que transmite un mensaje de agradecimiento.
Durante el desarrollo de la presente sesión, estaremos profundizando en algunos de los puntos más importantes respecto a este tema. De forma tal que nos ayude a perfeccionar nuestras ponencias a la hora de desarrollar un discurso de aceptación.
¿Por qué debo limitar la lectura en los discursos de aceptación?
Los discursos de aceptación tienen características muy particulares que los distinguen del resto de discursos. Con estos, el orador prepara una ponencia para agradecer a la audiencia, desarrolladores del evento y demás personas participes de sus logros. De igual manera, se debe recibir un premio u homenaje que despertará un fuerte estado emocional. Esto nos conduce a movernos con naturalidad por el escenario e intercambiar de forma amena y espontánea.
Nada de lo expresado anteriormente significa que los discursos de aceptación se deban desarrollar mediante la improvisación. De hecho, es uno de los actos comunicativos donde más preciso debe ser el orador. Los discursos de aceptación se preparan con antelación. Debemos realizar diversas lecturas antes del evento e intentar memorizar un guion básico para el mismo.
Teniendo en cuenta las características antes señaladas, queda muy poco espacio para acudir a la lectura. No es coherente, ante la imagen pública, que necesitemos leer un mensaje que parte de nuestras emociones y refleja nuestro más profundo agradecimiento. Incluir momentos de lecturas, si bien no es imposible, es algo que tenemos que realizar con mucho cuidado y atendiendo a una serie de reglas básicas.
¿Cómo incluir momentos de lecturas durante la presentación?
Antes de incluir un momento de lectura durante la presentación de un discurso de aceptación, debes estar seguro de que dicha lectura es imprescindible para el buen desarrollo del mismo. Quizás tienes pensado citar alguna frase en concreto, mostrar alguna estadistica o resultado complejo de parafrasear. En estas ocasiones se puede incorporar breves momentos de lecturas, siempre que no pierdas la conexión con tu audiencia.
Estos breves espacios de lecturas se deben realizar de forma pausada, con un intercalado visual permanente hacia el público. Esto quiere decir que tendrás que leer una oración, realizando las debidas pausas para deslizar tu mirada alrededor de la audiencia. Este tipo de lectura es compleja y requiere de mucha práctica y ensayo.
Es importante que no la uses para agradecer o para expresar aspectos referentes a tu estado emocional. Se sobreentiende que tu agradecimiento es genuino y no necesitas anotar nombres o instituciones para recordarlo. Tampoco se espera que el orador lea mensajes como: Estoy muy emocionado, me siento muy feliz de estar con ustedes, estoy sorprendido, etc. Las emociones se deben mostrar con naturalidad, no es necesario un papel escrito que nos diga cómo nos sentimos.
Se entiende que este tipo de escenarios puede llegar a resultar algo hostil, más cuando no se cuenta con mucha experiencia previa. Todo ello deriva en que afloren nuestros nervios y estemos expuestos a cometer errores. En cualquier caso, leer no es una solución inteligente. Enfócate en prepararte bien con antelación y ensayar tantas veces como sea necesario, hasta dominar con firmeza tu discurso.
lectura discursos aceptacion