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Recomendaciones dietéticas

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Recomendaciones dietéticas


Los riesgos asociados a una alimentación poco saludable y los estilos de vida desordenados comienzan en la primera infancia y se acumulan a lo largo de toda la vida. Un estilo de vida saludable durante la infancia, la adolescencia y la juventud determinan considerablemente el crecimiento y desarrollo óptimos, a la vez que reducen el riesgo de enfermedades no transmisibles o crónicas a corto, mediano y largo plazo.

Formación y desarrollo de la conducta alimentaria

La conducta alimentaria se define como el comportamiento de los seres humanos en relación con los hábitos de alimentación, la selección de los alimentos que ingieren, las formas culinarias de preparación y las cantidades que comen habitualmente.

Los hábitos alimentarios y el estilo de vida de las personas más próximas ─los padres, hermanos menores, y la familia─ es el modelo inicial que siguen los niños para adquirir los primeros hábitos y conductas, por lo que el papel de la familia, y principalmente de los padres es crucial en el establecimiento de una adecuada conducta alimentaria.

¿Cómo los padres pueden ayudar a desarrollar una conducta alimentaria adecuada en sus hijos?

  • Seleccionando la lactancia materna absoluta desde los primeros instantes de vida como forma ideal para alimentar al bebé y mantenerla durante un año como mínimo.
  • Comenzar la alimentación complementaria preferiblemente a partir del sexto mes de vida y nunca antes de los cuatro meses.
  • Incrementar paulatinamente la introducción del mayor número de alimentos saludables en la dieta del bebé a partir del sexto mes, ello favorecerá una mayor aceptación de diferentes sabores, aromas y texturas en etapas posteriores.
  • Cuando los niños rechacen un alimento, se deben retirar de la mesa sin insistir y luego de pasado unos días volver a presentárselos sin forzarlos. Repetir la operación hasta que lo acepte es la mejor forma de combatir el rechazo de ciertos alimentos. Nunca acudir al «juego del avioncito» ni ofrecer recompensas o castigos para que se lo coman todo.
  • Incrementar a partir del sexto mes la auto alimentación del bebé permitiendo la intervención de sus manos y luego de la cucharita para llevarse la comida a la boca.
  • Propiciar que el niño coma en la mesa conjuntamente con los demás miembros de la familia por lo menos una vez al día para favorecer su educación alimentaria.
  • Los padres deben poner al alcance del niño alimentos saludables para que en el proceso de autoaprendizaje este seleccione los alimentos que desee y coma solo la cantidad que quiera, y no hasta comerse todo lo que está en la mesa o «hasta dejar el plato limpio».
  • Las preferencias innatas de los bebés por lo dulce y después del año por lo salado se pueden modificar si no se le brindan alimentos ricos en azúcar o salados. Para ello se recomienda ofrecer frutas naturales en lugar de postres durante las comidas principales y en las meriendas, además no poner mucha sal a las comidas durante su elaboración y ninguna en la mesa.
  • No es recomendable utilizar máximas o frases que destaquen los beneficios de determinados alimentos para el desarrollo o el crecimiento del niño. Por ejemplo: decirles «si comes zanahorias alcanzarás a papá» podría provocar que los niños comiencen a percibirla con un sabor diferente menos agradable y la rechacen.

Problemas que interfieren con mayor frecuencia en el desarrollo de una conducta alimentaria saludable

Ofrecer las comidas mientras la familia y el niño ven la tele, el móvil o cualquier tipo de pantalla interfiere de diversas maneras en el desarrollo de una conducta alimentaria saludable.

Veamos a continuación las principales consecuencias negativas:

  • Altera la sensación de saciedad, por lo que el niño no tomará la cantidad de alimentos que su organismo necesita, ello provocará que algunas veces coman menos de lo necesario y otras, sigan comiendo sin necesidad.
  • Altera la percepción de los sabores, los aromas y texturas de los alimentos, impidiendo que el niño desarrolle sus gustos y preferencias por determinadas comidas.
  • Impide la comunicación y desarrollo de las relaciones afectivas entre los miembros de la familia e interfier


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