Primeros días de lactancia materna
Salvo algunas excepciones toda madre está preparada para producir suficiente leche de altisima calidad, siempre que reciba la ayuda adecuada y los consejos oportunos. Por ello no puede guiarse ciegamente por las recomendaciones familiares o de personas allegadas, sino que debe consultar al pediatra, enfermera o personal sanitario más próximo en busca de información veraz y actualizada.
La colocación correcta del bebé, facilitándole un buen agarre del pecho inmediatamente después del parto, aunque no obtenga todavía calostro, estimula la secreción de la hormona prolactina, encargada de activar la producción y secreción de la leche materna.
La mayoría de los trastornos en la lactancia ─dolores y grietas en los pechos, mastitis, etcétera─ se producen por problemas en la posición inadecuada del bebé, por agarres incorrectos o por la combinación de ambos.
¿Cómo colocar el bebé en el pecho?
- Preparar un sitio donde la madre pueda adoptar una postura cómoda, ya que las tomas deben ser prolongadas, sobre todo en las primeras semanas.
- Existen distintas posturas ─sentadas, acostadas, el bebé en posición de caballito, etcétera─, estas deben ser adoptadas en dependencia de las condiciones del lugar y las preferencias de la madre.
- La posición de la madre debe reunir los siguientes requisitos:
- La espalda debe quedar recta.
- Hombros relajados.
- Libertad para colocar al bebé en la posición correcta, sin tener que modificar su postura.
- Colocar el bebé de manera tal que el cuerpo y la cabeza se mantengan alineados, pegado «ombligo con ombligo a la madre, la cara del bebé debe estar dirigida hacia el pecho materno, desde donde pueda ver la cara de su madre, la nariz debe quedar justo frente al pezón, para que no tenga que encoger o estirar el cuello para alcanzarlo.
- La madre debe sostener el pecho con la mano formando una C, y rozar con el pezón el labio superior del bebé hasta que abra la boca completamente, para que logre realizar un buen agarre que incluya una buena parte de la aureola y no solo el pezón.
- La madre no debe sentir dolor, solo debe percibir los movimientos de la lengua y de la mandibula inferior, además debe observar que gran parte de la aureola ─sobre todo la inferior─ quede dentro de la boca y que los labios del bebé queden hacia afuera y no «metidos».
- Si la madre siente dolor o se percata que el bebé no está bien agarrado debe separarlo con delicadeza y volver a intentarlo hasta conseguirlo.
- No se debe retirar el bebé del pecho, intentando controlar la cantidad de la toma, se debe esperar que se retire de forma voluntaria.
- Cuando se vacie el primer pecho completamente se pasará al otro, la toma siguiente se comienza siempre por la última que se mamó para extraer todo el residuo que pudo haber quedado de la toma anterior.
¿Cómo proceder cuando el bebé se duerme o suelta el pecho?
La madre puede aprovechar para poner al bebé durante dos o tres minutos apoyado sobre su hombro o el del padre y practicar un suave masaje sobre la espalda para que expulse el aire que ha deglutido durante la toma, luego si aún queda leche en el primer pecho ponerlo para continuar la toma, si no pasarlo al otro pecho, el bebé continuará mamando si aún lo desea.
Dificultades más frecuentes durante la lactancia
Recién nacidos somnolientos: Algunos bebés sanos durante los primeros días se muestran adormilados, tardan mucho ─ tres horas o más ─ para reclamar las tomas y son incapaces de vaciar las mamas, produciéndose una inadecuada alimentación que de no corregirse a tiempo puede provocar complicaciones como deshidratación, hipoglucemia e ictericia. Por otra parte, podría conducir a la reducción drástica de la producción de leche materna.
Para manejar este trastorno la madre debe permanecer más tiempo en contacto piel con piel con el bebé y estimular suavemente la planta de los pies para despertarle. Los padres deben reconocer los signos precoces de hambre en el recién nacido ─despertar, agitación leve, reflejo de búsqueda─ y no esperar el llanto para ofrecer el pecho. Además deben observar atentamente el agarre adecuado de la mama durante la toma para corregir posibles errores y no usar chupetes ni brindar biberones con agua u otros líquidos.
Pérdida de peso: Todos los recién nacidos experimentan durante los dos o tres primeros días de vida una pérdida de peso, que debe comenzar a recuperarse alrededor del tercer día y debe estar totalmente restablecido entre el séptimo y el décimo día de nacido. Por ello, si el recién nacido no experimenta una ganancia de peso al quinto día de nacido, debe consultarse cuanto antes al pediatra.
Dolor en las mamas por hinchazón (ingurgitación mamaria): Si el bebé toma menos leche de la que la madre produce ─sobre todo durante las primeras semanas─, es común que la madre sienta los pechos inflamados, calientes y con dolor.
Para aliviar este trastorno la madre debe aplicar sobre las mamas un paño o bolsa con agua tibia antes de las tomas, eso reblandece la aureola y facilita la salida de la leche. Debe dejar que el bebé mame todo lo que desee y si aún queda teniendo leche, extraerla de forma manual o con un sacaleches.
Grietas en el pezón: En el pezón es posible que se produzcan dolorosas grietas a causa del mal agarre del bebé, del empleo incorrecto del sacaleches o del lavado excesivo de los pezones. La madre no necesita lavarse las mamas antes o después de dar de mamar, el lavado debe efectuarse solo durante el baño diario.
Para prevenir las grietas lo más importante es que el bebé efectúe un agarre correcto que abarque una gran parte de la aureola. La madre no debe emplear remedios o pomadas para curar las grietas, salvo las prescritas por el médico.
Mastitis: Es una inflamación de los lóbulos mamarios acompañada o no de infección. La mastitis puede producir dolor, pecho enrojecido, hinchado o caliente, fiebre, escalofrios, cefalea, náuseas, etcétera. La mastitis puede producirse por la retención de leche o por factores locales que provocan una sobrepoblación bacteriana. Se recomienda que la madre acuda al médico ante sus síntomas.
Insuficiencia de leche (hipogalactia): En general todas las madres producen la cantidad de leche necesaria para alimentar adecuadamente a sus bebes. Sin embargo es posible que el bebé no logre vaciar bien las mamas por no adoptar una posición correcta al mamar y esto provoque el descenso de la producción.
Para incrementar la producción de leche se recomienda la lactancia materna a libre demanda ─incluyendo los horarios de la noche─, corregir los posibles errores de agarre de las mamas y dejar más tiempo en contacto piel con piel al bebé con la mamá.
En ocasiones la madre produce suficiente leche, pero los pechos se ven vacios porque existe un equilibrio adecuado entre las necesidades del bebé y la producción materna. Si el bebé tiene un buen estado general, se mantiene tranquilo, crece adecuadamente y moja entre 4 y 5 pañales diariamente, está tomando la leche necesaria.
Cólicos en el lactante: Los cólicos provocan llanto intenso que pueden durar hasta más de una hora, generalmente van desapareciendo después que los bebés cumplen tres meses. Las causas pueden ser varias como la inmadurez intestinal o la intolerancia a la proteína de la leche.
Cuando el bebé presenta cólicos se recomienda que las tomas se produzcan con mayor frecuencia y mientras el niño llore debe permanecer cargado con la cabecita apoyada sobre el hombro de la madre o el padre mientras se le practican masajes en la espaldita.
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