Necesidades de micronutrientes en el embarazo (I)
Mientras que el aporte extra de calorías durante el embarazo debe ser moderado, los requerimientos de vitaminas y minerales aumentan en proporciones muy superiores, por ello, es importante seleccionar alimentos muy ricos en micronutrientes que satisfagan los requerimientos diarios.
Aunque la mujer posea un adecuado estado nutricional que de manera general satisfaga las demandas de vitaminas y minerales, generalmente los especialistas consideran prudente recomendar algunos suplementos de micronutrientes para evitar los niveles séricos deficitarios.
Las concentraciones plasmáticas de todas las vitaminas y minerales no se comportan de igual manera a medida que avanza la gestación: algunas muestran una reducción lenta mientras otras no se alteran o incluso se incrementan.
Dentro de las vitaminas y minerales que la embarazada debe prestar mayor atención porque es más probable que sus carencias repercutan en el resultado final de la gestación están: las vitaminas A, D, E, B₉ (ácido fólico), B₁₂ y los minerales hierro, calcio, yodo y zinc.
Necesidades de vitamina A
La vitamina A está relacionada con el sostenimiento de la reproducción humana, con el mecanismo de la visión y el funcionamiento del sistema inmunitario. Es muy importante para la síntesis de hormonas involucradas en la gestación, para el desarrollo embrionario y para el crecimiento y protección de las mucosas.
Los déficits de vitamina A durante el embarazo incrementan los riesgos de bajo peso al nacer, parto prematuro, preeclampsia y mortalidad materna. Por otro lado las dosis muy altas de suplementos de vitamina A se han asociado a malformaciones congénitas, por lo que se deben respetar las ingestas recomendadas que son de 800 μg/día, ─microgramos diarios─.
Los alimentos que aportan vitamina A (retinol) son de origen animal. Por ejemplo: hígado, carnes, pescados, huevos y leche. Los alimentos que aportan provitamina A (caroteno) son de origen vegetal. Por ejemplo: espinacas, zanahorias, perejil, hojas de brócoli, calabaza y papa dulce o batata.
Necesidades de vitamina D
La vitamina D es fundamental para la correcta absorción y utilización del calcio, lo que le confiere un papel destacado en la mineralización de los huesos, por lo cual su presencia es imprescindible durante las etapas de formación y crecimiento del tejido óseo de la criatura.
Los niveles de vitamina D dependen sobre todo de la exposición de la piel a la luz solar, sus deficiencias son frecuentes durante el embarazo, sobre todo en mujeres vegetarianas, piel oscura, escasa exposición solar o que presentan trastornos de absorción.
Las deficiencias de vitamina D durante el embarazo provocan trastornos en el metabolismo del calcio en la madre y el hijo, retraso del crecimiento intrauterino, raquitismo y alteraciones del esmalte dental. Se recomiendan 15 μg/día, ─microgramos diarios─ de vitamina D durante el embarazo.
Se deben obtener fundamentalmente por la exposición de la piel a la luz solar por más de 15 minutos diariamente, aunque también se puede obtener en algunos alimentos como el aceite de hígado de bacalao, la yema de huevo, el hígado y los productos lácteos.
Necesidades de vitamina E
La vitamina E actúa como antioxidante en las células, facilitando su adecuada nutrición y regeneración de los tejidos. Además interviene en la síntesis de sistemas enzimáticos que modulan la formación de hemoglobina.
Las deficiencias de vitamina E durante el embarazo incrementan el riesgo de muerte fetal, abortos y malformaciones congénitas.
La ingesta recomendada para una mujer adulta sana es de 12 mg/día ─miligramos diarios─, esta cantidad debe incrementarse en la segunda mitad del embarazo a 15 mg/día, ─miligramos diarios─.
Los alimentos que aportan vitamina E son los aceites ricos en grasas insaturadas, como el aceite de oliva, girasol, soja, maíz, etcétera. También aportan vitamina E la yema de huevo, el hígado, las aceitunas, el brócoli y las espinacas.
¡Importante!: La cocción de los alimentos puede destruir gran parte de la vitamina E contenida en ellos.
Necesidades de Ácido fólico (Vitamina B₉)
El ácido fólico es necesario para la producción y mantenimiento de nuevas células, por lo que es especialmente importante durante los periodos de rápido crecimiento celular como son el embarazo y la primera infancia.
Las ingestas adecuadas de vitamina B₉ antes y durante las primeras semanas del embarazo reducen los riesgos de defectos del tubo neural ─malformaciones crónicas en la columna vertebral, el cráneo y el cerebro de la criatura─, y durante el resto de la etapa gestacional contribuyen al crecimiento y desarrollo fetal, reducen los riesgos de aborto espontáneo, bajo peso al nacer, la ocurrencia de anemia materna por déficits de folatos y la preeclampsia.
La ingesta recomendada de vitamina B9 durante todas las etapas del embarazo es de 600 μg/día ─microgramos diarios─.
Los especialista recomiendan suministrar como mínimo 0,4 miligramos diarios de suplementos de ácido fólico al menos un mes antes de la concepción y continuar durante el embarazo para reducir los riesgos que sus déficits provocan.
Los alimentos que aportan folatos son las espinacas, las acelgas, la lechuga, las legumbres (lentejas, garbanzos, etcétera), los frutos secos y algunas frutas.
Estos alimentos se deben consumir frescos y sin cocinar ya que la cocción y los periodos prolongados de almacenamiento destruyen los folatos con facilidad.
Necesidades de vitamina B₁₂
La vitamina B₁₂ es esencial para el funcionamiento del cerebro, el sistema nervioso, la formación de la sangre y de las células del cuerpo humano, participa en el metabolismo de las células, especialmente en las síntesis y regulación del ADN.
Las carencias de vitamina B₁₂ incrementan los riesgos de anemia materna y retardos del crecimiento de la criatura, algunos autores también señalan que constituyen un factor de riesgo independiente para la ocurrencia de defectos del tubo neural.
La ingesta recomendada de vitamina B₁₂ para una mujer adulta sana es de 2 μg/día ─microgramos diarios─, esta cantidad debe incrementarse en la segunda mitad del embarazo a 2,2 μg/día ─microgramos diarios─.
Los alimentos que aportan vitamina B₁₂ son exclusivamente de origen animal ─hígado, riñón, carnes, huevos, lácteos y pescado─ por lo que es un nutriente crítico para las embarazadas que siguen dietas estrictamente vegetarianas.
Necesidades de vitamina C
La vitamina C por ser un potente antioxidante está relacionada con muchos efectos beneficiosos para la salud de la embarazada y la criatura. Las mujeres fumadoras o bebedoras habituales podrían correr más riesgos de padecer carencias.
La ingesta recomendada de vitamina C durante la segunda mitad del embarazo es de 80 mg/día, ─miligramos diarios─, cifra que es superior a la de una mujer joven adulta no embarazada que es de 60 mg/dia.
La ingesta recomendada de vitamina C para una mujer adulta sana es de 60 mg/día ─miligramos diarios─, esta cantidad debe incrementarse en la segunda mitad del embarazo a 80 mg/día ─miligramos diarios─.
Los alimentos que aportan vitamina C son las frutas frescas ─kiwi, guayaba, limón, naranja, pomelo, mandarina─ y las verduras y hortalizas ─lechuga, tomates, pimientos, zanahorias, etcétera.
¡Importante!: Los alimentos ricos en vitamina C deben consumirse frescos y sin cocinar ya que la cocción y los periodos prolongados de almacenamiento reducen considerablemente los niveles de vitamina C contenidos en ellos.
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