Alimentación durante el embarazo
Como vimos en la presentación anterior las pautas alimenticias previas al embarazo deben estar encaminadas al aseguramiento del óptimo estado nutricional de la mujer para el inicio de la gestación, además conocimos que estas pautas deben seguirse durante toda la vida fértil de la mujer, para impedir que alguna carencia nutricional ponga en peligro la etapa inicial de un embarazo no planificado.
El embarazo es un proceso de adaptación fisiológica cuya función principal es aportar al feto los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo adecuado, por lo cual, las necesidades alimenticias de la mujer aumentan durante ese periodo y van modificándose a lo largo de las diferentes etapas de su desarrollo.
¿Por qué debemos prestarle una atención especial a la etapa inicial del embarazo?
El primer trimestre del embarazo es un periodo extremadamente vulnerable desde el punto de vista nutricional para la gestante, debido a que muchas veces antes de darse cuenta de que está embarazada, ya en su interior comienzan a formarse los órganos y sistemas de la criatura, procesos que demandan suficientes nutrientes ─sobre todo, vitaminas, minerales y agua─.
Los déficits de vitaminas y minerales en el organismo de la madre durante esta etapa pueden provocar daños irreparables a la criatura. Por ejemplo: Los déficits de ácido fólico podrían incrementar los riesgos de malformaciones en la columna vertebral y el cerebro del feto, lo que afectaría la calidad de vida del individuo de manera permanente.
Por otra parte, durante el primer trimestre de embarazo la criatura es mucho más susceptible a los efectos de sustancias como el alcohol, las drogas y ciertos medicamentos.
Cambios fisiológicos en la embarazada que modifican sus necesidades nutricionales
- Se producen una serie de cambios hormonales que dirigen los nutrientes hacia la placenta para que esta los transfiera al feto y así favorecer su crecimiento y desarrollo.
- Se produce el aumento del tamaño de ciertos órganos: útero, senos, vagina, corazón, etcétera.
- Aumenta el volumen sanguíneo, lo que modifica la composición de la sangre, con una consecuente disminución de la concentración de hemoglobina.
- Se incrementa el colesterol en sangre, así como las demás fracciones lipidicas.
- Se modifica la función renal, incrementándose la formación de orina para facilitar la depuración de los productos de desecho, esto provoca entre otros trastornos, una mayor pérdida de agua y electrolitos.
- Se prepara el tejido mamario para la producción de leche, experimentando un considerable aumento de tamaño.
- Son frecuentes las variaciones del apetito y de las funciones digestivas y biliares.
- El crecimiento del útero a medida que avanza la gestación presiona la porción inferior del colon y el recto, lo que puede causar estreñimiento.
Ganancia de peso durante la gestación
Las ganancias de peso durante la gestación deben ser controladas periódicamente por el especialista ya que el aumento de peso excesivo o insuficiente puede provocar trastornos de salud en la madre y en la criatura.
De manera general se estima que una embarazada saludable gane alrededor de 11 kilogramos de peso durante todo el embarazo, aunque esta cifra es variable, ya que las ganancias pueden ser mayores para las mujeres delgadas que para las de peso normal, y menores para las mujeres con sobrepeso, obesas y de baja estatura.
¿Qué trastornos podría provocar el sobrepeso de la gestante?
- Los recién nacidos pueden ser demasiado grandes, incrementando las posibilidades de nacimientos por cesárea y de la utilización de fórceps en los partos.
- Acrecienta los riesgos de diabetes mellitus gestacional.
- Favorece la aparición de hipertensión arterialy preeclampsia en la madre.
¿Qué trastornos podría provocar el bajo peso de la gestante?
- Retardo del crecimiento intrauterino y bajo peso al nacer.
- Incremento del riesgo de desnutrición de la criatura.
- Aborto espontáneo.
- Parto prematuro.
- Malformaciones congénitas.
Trastornos relacionados con la dieta durante el embarazo
Náuseas y Vómitos: Las náuseas y vómitos son el trastorno más común que afecta a las mujeres gestantes. Se estima que entre un 50 y un 80% de las embarazadas lo padecen a partir de la 5 semana y hasta las 16 semanas, y después de ese tiempo solo un 20% de las mujeres los continúa teniendo.
Algunas embarazadas pueden presentar náuseas y vómitos que evolucionan de manera rápida, este trastorno conocido como hiperémesis gravidica, produce deshidratación, pérdida de peso, desequilibrio metabólico y electrolitico, por lo que puede llegar a ser grave y requiere muchas veces de hospitalización.
Recomendaciones para reducir las náuseas y vómitos:
- Iniciar las comidas con alimentos del grupo de los farináceos (elaborados con harinas), por ejemplo: pan, galletas o biscotes.
- Comer moderadamente y planificar meriendas ligeras cada dos o tres horas.
- Priorizar la ingestión de agua, leche y zumos naturales ligeramente frios o a temperatura ambiente.
- Después de los vómitos, esperar un rato y volver a comer.
Acidez, pirosis y reflujo gastroesofágico: La acides gástrica o sensación de quemazón es probable que ocurra debido a que durante el embarazo exista una menor resistencia del esfinter del esófago, lo que permite el paso de los contenidos del estómago hacia el esófago o que el agrandamiento del útero presione al estómago y lo fuerce a expulsar su contenido hacia el esófago.
Recomendaciones para evitar la acidez y el reflujo gastroesofágico:
- Comer moderadamente y planificar meriendas ligeras cada dos o tres horas.
- Evitar acostarse inmediatamente después de las comidas y adoptar posiciones en la cama que no compriman en estómago.
- Reducir el consumo de alimentos ácidos como limón y vinagre.
- No ingerir bebidas gaseosas, infusiones, café ni té.
Estreñimiento: El estreñimiento como ya dijimos puede ser provocado por el crecimiento del útero, aunque también puede estar relacionado con el consumo de suplementos de hierro, con una dieta pobre en fibra y líquidos, y con el reposo o la reducción de la actividad física.
Recomendaciones para reducir el estreñimiento:
- Tomar diariamente entre dos y tres litros de líquidos ─preferentemente agua─ a temperatura ambiente.
- Incrementar el consumo de verduras, frutas, cereales integrales y legumbres ─lentejas, garbanzos, alubias, etcétera─
- Realizar diariamente actividades físicas moderadas como caminar, nadar, etcétera.
¡Importante!: Los laxantes o suplementos de fibra no se deben emplear sin consultarlo previamente con su médico.
Anemia: Las causas más comunes de la anemia durante el embarazo son las deficiencias de hierro ─que representan alrededor del 90 %─ y de folato (vitamina B₉). Los factores de riesgo son las ingestas inadecuadas de hierro, los embarazos en la adolescencia y los embarazos reiterados.
Recomendaciones para reducir el riesgo de padecer anemia durante el embarazo:
- Aumentar el consumo de alimentos ricos en hierro y vitamina B₁₂ ─visceras, carnes rojas, etcétera─.
- Consumir vegetales de hojas verdes y frutas frescas.
- Tomar suplementos de sulfato ferroso y folatos orientados por el médico.
Diabetes mellitus gestacional: Es una forma de diabetes mellitus inducida por el embarazo cuya causa especifica no se ha determinado, sin embargo se cree que esté relacionada con los procesos hormonales inherentes a la gestación. Los principales factores de riesgo son: el embarazo en edades superiores a los 35 años, padecer sobrepeso u obesidad y el uso de hormonas corticosteroides.
Recomendaciones para reducir el riesgo de padecer diabetes mellitus gestacional y controlar sus efectos:
- Llegar al embarazo con un peso saludable.
- Ganar peso durante el embarazo de forma progresiva.
- Hacer ejercicios físicos moderados.
- Hacer varias comidas a lo largo del día.
- Reducir las ingesta de hidratos de carbono de rápida absorción ─dulces, galletas, pan blanco, arroz blanco, etcétera.
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