El almidón
El tema que trataremos a continuación, es considerado como uno de los más importantes a la hora de planificar tus comidas. Estamos hablando del almidón, que si bien está presente en la mayoría de las dietas que consume el ser humano, en muchas ocasiones solemos obviar las características y funciones que cumple este importante elemento dentro de nuestro plan nutricional.
Aunque tiene sus detractores, para muchos expertos, el almidón es uno de los catalizadores principales del desarrollo de la propia humanidad, ya que ha permitido al ser humano mejorar sus fuentes de obtención de energía, a raíz de los avances en la agricultura y el trabajo del hombre.
Para conocer más sobre este tema, te proponemos adentrarnos en la siguiente guía, donde repasaremos los aspectos y características básicas que distinguen al almidón del resto de los nutrientes.
¿Qué es el almidón?
Lo primero es empezar por destacar que el almidón es un producto natural, se encuentra presente en las plantas, por lo que en su estado puro no está sometido a ningún tipo de proceso artificial. Se muestra como una molécula compleja que se encuentra conformada por un conjunto de moléculas de glucosa.
Funciona como reserva de energía para las plantas, ya que les permite reservar el exceso de glucosa obtenida mediante la fotosintesis. Entendemos entonces que cuando consumimos el almidón, estamos haciendo uso de esas potentes reservas de glucosa y energía contenida en las plantas, es como acudir al núcleo central de los nutrientes de estas.
Ingerir alimentos con almidón
Los alimentos naturales, o sea de origen vegetal que poseen almidón, se caracterizan por ser potentes carbohidratos que aumentan el aporte energético de nuestras comidas. Suelen ser alimentos generalmente muy ricos para la dieta humana, muy adaptables a casi todo tipo de comidas, ya que aportan diversas texturas y sabores ricos para el paladar humano y que están dotados de grandes cantidades de vitaminas y fibra.
Esto último también es de significativa importancia, ya que las vitaminas son micronutrientes esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, sin las cuales sufririamos de diversas enfermedades y graves afectaciones para nuestra salud. Mientras que la fibra favorece el proceso digestivo y ayuda a saciar el hambre, debido a su gran volumen y nulo aporte calórico.
Alimentos procesados con almidón
Anteriormente hablamos de los beneficios de incluir alimentos naturales ricos en almidón en nuestras comidas diarias, pero cuando aludimos a los alimentos procesados que poseen almidón, nos referimos a aquellos que normalmente usan el almidón para elaborar productos como el pan, galletas, entre otros.
Este nivel de procesado hace que ya el almidón no sea un elemento valioso a incluir, ya que los compuestos artificiales que deben añadirse para lograr las texturas y sabores que se busca con dichos alimentos, suelen alejarlos de lo que consideramos como saludable, porque pueden provocar un aumento desmedido del peso, entre otras complicaciones para la salud.
Recomendaciones
Como decíamos en un inicio, el almidón está compuesto por glucosa, este suele elevar rápidamente nuestros niveles de azúcar en sangre, por lo que si es ingerido en exceso y mantenemos poca actividad física durante el día, podría provocar el aumento de nuestro peso corporal, debido a que la interacción del exceso de glucosa con la insulina provoca que aumente los niveles de grasa almacenada en nuestro organismo.
Como siempre lo más recomendable es mantener una dieta balanceada, además de intentar evitar los productos procesados a base de almidón, estos no son saludables y cuentan con variados aditivos que son muy dañinos para nuestra salud, además de generar adicción y ser poco nutritivos, intenta consumirlos lo más natural posible.
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